¡Hay peces, hay redes, faltan pescadores!

GRUPO DE ORACIÓN “EMAÚS”

Día 2 de Noviembre 2016

Lugar: Pensionistas la Vileta a las 20.30h

JESÚS Y ZAQUEO Lucas, 19.1-10

Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.

Y corriendo delante, subió a un árbol para verle; porque había de pasar por allí.

Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pase yo en tu casa.

Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.

Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.

Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Palabra de Dios.

Reflexión personal

Seguimos ahondando en la amistad de Jesús con los pecadores. Zaqueo busca a Jesús quizás por curiosidad porque ha oído hablar de Jesús y de sus milagros, como era bajito de estatura y no podía verlo a causa del gentío hace un esfuerzo y se sube a un árbol, que pasa entonces? Que Jesús alza la vista y mira a Zaqueo. Pero quien era Zaqueo….? Un amigo de recaudadores injustos, un hombre mal visto por todos, un pecador.

En cambio Jesús busca con su mirada al joven Zaqueo y le ofrece su amistad, con este gesto escandaliza a todos los que le seguían porque el maestro ofrece su amistad a un pecador. La respuesta al murmullo de la gente es clara “He venido a buscar y salvar lo que está perdido”.

Que hacemos cuando tenemos un invitado en casa? Le ofrecemos una buena comida, le enseñamos lo que tenemos, etc. etc. Pero a Jesús NO le interesa lo que tenemos, le interesa lo que hay en el fondo del corazón, porque Dios nos conoce no por lo que tenemos, sino por lo que somos, por eso le responde “Hoy ha entrado la salvación en tú casa” porque Dios sale a nuestro encuentro es él quien lleva la iniciativa, solo espera que abramos el corazón para poder quedarse en él. ¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos (Apocalipsis 3, 20)

No hay en Jesús ningún gesto de condena por ser un pecador, él lo llama por su nombre, Zaqueo baja enseguida, no perdamos más tiempo. El Señor, quiere hablar con él. Lo mismo pasa con nosotros, Él quiere hablar, quiere intimar con nosotros como amigos íntimos.

Zaqueo hace un cambio, Jesús ha entrado en su corazón, ve sus posesiones, sus riquezas, etc. Como que tiene que cambiar de actitud y no es el TENER lo que importa sino el SER. Él está en medio de nosotros, nos quiere liberar del consumismo deshumanizador, del bienestar fácil, de tantas esclavitudes materiales que vacían nuestra vida de justicia, de solidaridad y de compasión.

Compromiso en el proyecto de Jesús

¿Cómo está cambiando mi vida en el encuentro personal con Jesús?

¿Es nuestro grupo Emaús un espacio donde podemos intimar con la presencia de Jesús? ¿Que vemos de positivo o negativo en nuestro grupo?

¿Seríamos capaces de hacer algún gesto de amistad con personas despreciadas y excluidas, o más bien pasamos de largo para que no nos vean con ellos?

¿Cómo cristiano y discípulo de Emaús, invitas a otros a venir a conocer a Jesús, a participar de la eucaristía, donde Cristo se hace presente?

JESÚS, no quiere que eches a perder tú vida, habla con él desde dentro. Jesús busca tú amistad.