AL VINO NUEVO, ODRES NUEVOS
Al vino nuevo, Odres nuevos
Para
la nueva evangelización se necesitan evangelizadores nuevos, métodos nuevos. No
podemos mirar al pasado pues ese camino ya no funciona hoy.
El
Kerigma es hacer discipulado, no son los sacramentos, ni las profecías, etc. Porque
eso es adoctrinar, y la nueva evangelización es Jesús. Después viene la
catequesis, la moral, la liturgia, etc. Hay que tener una vida kerigmática.
El
objetivo del Kerigma es llegar al corazón de la persona, cuando se llega al
corazón tiene que haber un encuentro con Jesucristo. Si no es así no damos el
kerigma.
Los
que están evangelizados, son los que son evangelizadores. No son los teólogos,
son los que han tenido una experiencia con el Resucitado. Podemos servir en la
viña del Señor, pero puede que no conozcamos al Dueño de la viña.
Podemos
tener mucha teología, mucha ciencia pero si en nuestro mensaje no hay el
corazón unido a Cristo, no evangelizaremos. Cuando la mujer encuentra el dracma
perdido, va corriendo a sus amigas con alegría, emoción a contarles lo he
encontrado! Lc 15.31
En
la evangelización tiene que reinar la alegría, la emoción. Es un mensaje de
liberación, es vida lo que se nos da, no solo teorías difíciles de entender. Solo
cuando hay una experiencia con el Resucitado cambia nuestra visión, la alegría
se apodera de nosotros porque es algo interior que trasciende. Es una
experiencia pentecostal, es una nueva efusión del Espíritu Santo.
Es
ese dialogo de Jesús con Nicodemo, “Hay que nacer de nuevo” Jn 3.-4
Pablo
de Tarso, /San Pablo) a que universidad fue para poder predicar? Hizo algún
retiro espiritual? Tan solo tres días de “silencio” y desde la experiencia con
Jesús se puso a predicar. Para evangelizar se aprende evangelizando, no
sentados en una aula, ni en un despacho, ni en un púlpito. Hay un miedo que
paraliza al evangelizador, no sabe cómo empezar busca formulas, conceptos, etc.
No hay formulas! Caminante no hay caminos, se hace camino al andar (Antonio Machado)
empieza ya con lo que tengas, en el camino no andas solo El viene contigo.
María
Magdalena en el jardín del sepulcro se encontró con un hombre, solo cuando éste
la llamo por su nombre, reconoció que era el Señor, enseguida fue a abrazarlo. Solo
cuando hay un encuentro con Cristo, hay un enamoramiento, una alegría
desbordante. Pero Jesús le da una misión “María ve a mis hermanos” entre María
y Jesús hay un contacto afectivo, emocional.
La
evangelización es ir a los hermanos, con la buena noticia: “hemos encontrado a Jesús”, ese es el testimonio. La equivocación
de anunciar el kerigma a mi modo de ver es: querer arreglarlo todo, poner más
teología, tradiciones, etc. Si no estás
preparado teológicamente no puede ser, etc etc. Y lo único que hacemos es un
embutido que no se puede comer, la gente no puede llegar porque lo complicamos
todo. Hay que volver a la Palabra de Dios, allí está la verdad. Hay católicos practicantes
que no conocen la biblia, ni la han ojeado nunca, muchos la tienen en la
librería como libro de decoración pero jamás se les ha ocurrido leer un salmo,
algunos ni saben cómo se buscan los textos. ¿Por qué?
Pues
porque son católicos adoctrinados, NO evangelizados. Por eso el mensaje de la
conversión, el nuevo nacimiento está por descubrir.
El
Kerigma, no necesita mucha teología, si es sencillo, humano, pobre incluso,
éste tiene que estar basado en la Palabra de Dios. Es una experiencia humana y
divina. Aquí solo hay dos personajes “DIOS Y EL HOMBRE”. Y está experiencia es
emocional, espiritual, abierta y receptora.
Cuando
hay esta experiencia catecumenal, la persona tiene que crecer y eso solo se
hace en comunidad, junto a los hermanos y allí empieza el discipulado.
Ser
discípulo de Jesús es nuestra meta, nuestro camino en la vida, mirar de ser
igual que el Maestro. No es en ser santo, que lo es. Pero más importante es ser
discípulo del Maestro. Como Pedro cuando se escondía porque se llevaban a su
maestro, y una mujer le dijo; “Tú eres discípulo
de Jesús, tú andas con él” porque cuando eres discípulo de Jesús se te nota.
No
se puede esconder, la gente lo sabe, por eso te descubre. Por tu manera de
hablar, de vivir, de perdonar, etc.
El
discipulado es hacer comunidad, el nacer de nuevo es individual, la comunidad
forma el cuerpo de Cristo, todos somos hermanos y responsables unos de otros. Hay
que echar las redes otra vez, porque no hemos pescado nada, a pesar que hemos
estado pescando toda la vida (te dice algo lo que acabo de escribir).Jn 21.-6
Ser
evangelizador no es ser catequista, ni maestro. Es la alegría del encuentro con
el Señor, como mi vida ha cambiado desde ese momento.
El
kerigma, es anunciar ese primer encuentro con Jesús Vivo y Resucitado, ese
momento en el cual vuelves a “nacer” de nuevo. Ya no serás nunca el mismo si
guardas en tú corazón la intimidad con el Maestro. El mismo te invita a su
cena, a vivir con los hermanos, a formar la comunidad. Porque eres ya desde hoy
Hijo de Dios!
Por
esta razón el Señor nos mando a todos; “echad las redes de nuevo”.
Como siempre dais en el clavo. Muy buena reflexión
ResponderEliminarCarlos
Palma
359/5000
ResponderEliminarEsplèndida reflexió s'hauria de replantejar la idea de noves formes d'apostolat, formules hi ha moltes però com és l millor? és dificil d'saber una de les coses que veig importants és aprofitar els grups laïcals perquè conjuntament sacerdots i laics vagin units, una cosa és com es troben líders per formar grups
M. Carbonell
Part Forana
Descubrir a los líderes de la comunidad HH Maristas
ResponderEliminarEsperamos que nuestra aportación sea constructiva en respuesta o colaboración a la reflexión de vuestra fraternidad, es una alegría ver que en todas partes hay un interés por la nueva evangelización
HH Maristas América Central
CATEQUISTAS
El/la catequista: 1. Descubre que es amado y llamado por Dios para acompañar el proceso de iniciación o reiniciación a la vida cristiana de niños, adolescentes y sus familias. Toma conciencia que, desde el momento en que es invitado a incorporarse al equipo de catequesis, hace la experiencia de profundizar en la misión su identidad cristiana y su vocación catequística la cual irá clarificando progresivamente. 2. Comprende que su misión no se restringe a la recepción de sacramentos sino que responde a una visión integral de crecimiento en la fe personal, comunitaria y eclesial y que acompaña de manera especial una etapa de este proceso. 3. Ayuda a que el catequizando sea competente en su ser, su saber, su saber hacer y convivir como cristiano. 4. Su servicio específico lo realiza dentro de una entidad marista, en constante comunión y comunicación con el equipo de catequistas, el departamento de pastoral y la iglesia local representada en la parroquia donde se circunscribe la obra marista. 5. Para llevar a cabo su labor, participa voluntariamente en los procesos formativos que la Iglesia local y/o la obra marista le ofrecen. Garantiza con ello, que la transmisión del contenido y experiencias de fe sean llevadas a cabo en fidelidad con la Iglesia y en consonancia con los métodos actuales de educación (constructivismo, trabajo cooperativo, aprendizaje por competencias)
1. Adultos que han recibido los sacramentos de iniciación pero que no han revitalizado su vivencia cristiana. 2. Adultos que, habiendo recibido los sacramentos de iniciación, participan activamente en la pastoral colegial, la vida parroquial o de un Movimiento eclesial. 3. Adolescentes y jóvenes que, participando en algún Movimiento Juvenil, reciben el encargo de acompañar a niños en catequesis como apostolado. 4. El servicio de catequesis que prestan unos y otros es de carácter voluntario y llevado a cabo fuera del horario escolar o bien no evaluado como período lectivo ordinario. 5. La mayoría de adolescentes o jóvenes catequistas están en estudios universitarios. 6. Una parte de los adultos se dedican al cuidado de su familia y dispone de tiempo para la formación. 7. Otra parte de los adultos desarrollan su ministerio como catequistas fuera de sus horas laborales.
2. Liderazgo
Se siente vocacionado en su misión. • Vive en actitud de escucha a la voz de Dios en su propia vida y en el mundo. • Vive en coherencia con su fe. • Vive vinculado a una comunidad cristiana. • Opta por los jóvenes, los ama y confía en ellos. • Practica y vive la oración como relación íntima de amor con Dios. • Cultiva aspectos importantes de la espiritualidad cristiana: El silencio interior. Esperanza y alegría. Sencillez, que lleva a la autenticidad.
Muy buena la presentación, y excelente la aportación de los Hermanos Maristas, pero en nuestra realidad mallorquina es muy dificil poder llevar a cabo dichos planteamientos, la verdad es que tenemos un laicado poco formado y a los párrocos nos es muy dificil
ResponderEliminarMn Pere