Testimonio de conversión de nuestra hermana, Isabel Ferrer Nadal

 

“A Jesús por María”

Mi camino hacia la Conversión empezó en Lourdes hace unos 10 años. Unos amigos míos, que viajan con un grupo cada año a Lourdes, viendo que no pasaba por mi mejor momento personal me invitaron a ir. Después le siguieron los Cursillos de Cristiandad. Como dice el Papa Francisco: “El problema no está en “caerse”, sino en permanecer “caído”.

En el año 2014 viajé a Medjugorje y descubrí el deseo de nuestra Madre: que todas las personas de la tierra estén en grupos de oración, una cadena de eslabones en todo el mundo para que los planes de Dios puedan verse cumplidos. En el mensaje del 25 de septiembre del año 2000 dado a la vidente Marija Pavlovic, la Virgen nos dice: “¡Queridos hijos! Hoy os invito a abriros a la oración. Que la oración se convierta en gozo para vosotros. Renovad la oración en vuestras familias, formado grupos de oración, y así, experimentaréis el gozo en oración y comunión. Todos los que oráis y sois miembros de grupos de oración, estáis abiertos a la voluntad de Dios en el corazón y testimoniáis gozosamente el amor de Dios. Yo estoy con vosotros y os llevo a todos en mi corazón y os bendigo con mi bendición materna. Gracias por haber respondido a mi llamada.”

Después Rafael me comento que quería formar un grupo de oración para ir descubriendo a Cristo y así nos unimos Rafael Verger y yo

La clave es una persona que se decida a orar, y luego busque a otra persona para que se le una.  El primer día éramos cuatro reunidos en casa de una vecina, y luego en mi casa. Finalmente, y gracias, a Dios se había formado un gran grupo y nos reuníamos en el Club de Pensionistas para aprender a orar y comentar la Palabra. Al ir agregándose cada día más gente vinieron del grupo carismático a ayudarnos, y estuvieron un año con nosotros, la Fraternidad iba creciendo. Un día después de la lectura de Lc 24 decidimos poner un nombre a la fraternidad, y elegimos EMAUS porque encuadra muy bien nuestro itinerario en el encuentro con Cristo. Conjuntamente con el grupo de los carismáticos organizamos un retiro y con el permiso del párroco lo anunciamos en el full dominical de la diócesis, asistieron varios sacerdotes y se dio el Kerigma, vinieron unas 40 personas y se hizo en un día, compartimos el almuerzo y nos llenamos de la fuerza del espíritu Santo, dispuestos a seguir la llamada de Dios en nuestra parroquia. Al ser un grupo bastante numeroso el párroco D. Jaume Estela nos abrió las puertas de la parroquia, y empezamos una nueva andadura con la gracia de Dios. Estoy muy contenta de la Fraternidad ya que me ha ayudado como persona en la búsqueda de Dios en mi vida, y de cómo responder a su llamada. La idea es ir formando pequeños grupos unidos todos,  para ayudar al párroco en la tarea de la evangelización, respetando la llamada o los dones de cada persona.

Con la llegada del Padre Julio, la Fraternidad de Emaús, nos reunimos cada miércoles para adorar, formarnos y hablar libremente sobre lo que sucede en nuestros corazones, esto nos ayuda a permanecer en el camino correcto. También hemos organizado cenas solidarias, mercadillos y recogida de alimentos o ropa para los sin techo o África.

A cada uno Dios nos ha dado unas Gracias o Dones que debemos, entiendo yo, poner al servicio de los demás. Así colaboro con Cáritas en el huerto solidario, dando clases de refuerzo escolar a niños y de inglés a personas desempleadas. 

Así también hace unos 5 años me uní al grupo Encuentro y visitamos a las personas sin hogar.

Pero yo sentía que debía y podía hacer más, así, Mallorca Misionera me brindó la oportunidad de viajar a Perú, donde las Monjas Trinitarias han hecho y hacen una gran labor. Desde la  Fraternidad de Emaús se hizo colecta de material escolar que llevamos con nosotros. La experiencia fue muy dura debido a las fuerte inundaciones de Marzo 2017. Pero también muy gratificante dando clases de inglés a niños de los pueblecitos de Pueblo Nuevo y Santa Rosa, al norte del País. También pudimos mostrar una pincelada de lo aprendido con la Fraternidad, en la iglesia de Pueblo Nuevo (Lectio Divina).

Al año siguiente fue Burundi, con el Padre Jaume Obrador y el Padre Julià Cifre; la experiencia superó todas mis expectativas, todo lo que aprendí y recibí de la comunidad de Rabiro es impagable, valores como el amor y el cariño, la fuerza desmedida, el coraje y valentía con que se enfrentan sus gentes al día a día y desde prácticamente su nacimiento son más que admirables. Poco a poco fui descubriendo mi vocación laical como misionera gracias al discernimiento dentro de la Fraternidad, ser misionera laica de la Fraternidad de Emaús, para mí ha sido un motivo de reencuentro con Cristo en el hermano.

Así nació el año pasado “Una Posibilittat de Vida”, nuestro Proyecto en Myombwe, Tanzania, junto a las Hermanas de la Divina Gracia (cuya Patrona es Santa Filomena), de construir una casa madre para ellas, un orfanato, un dispensario y un colegio (actualmente tenemos 5 escuelas alquiladas en diferentes aldeas).

Viviendo como viven y aún así con una sonrisa nos hace recapacitar y plantearnos la vida de una manera totalmente diferente que quisiera poder transmitir a mi entorno; y sobre todo, dar gracias a Dios cada día por la vida que nos ha dado. Vivimos totalmente ajenos a las calamidades que sufren diariamente en África: niños a partir de cuatro años que cargan durante todo el día , literalmente, de sus hermanitos bebés como si de una mochila se tratara, sus madres y abuelas portando encima de su cabeza la carga, trabajando duramente en el campo de sol a sol y esperando que la cosecha no se malogre por el clima, niños trabajando con la azada o como pastores de vacas y cabras y andando kilómetros para buscar una garrafa de agua, cientos de niños solos todo el día, ropas sucias y rotas, sin zapatos, bebiendo agua de un charco, casas de barro y aún así con una sonrisa.. Es difícil asimilar todo lo que vi y viví allí. Muchas veces hemos sentido impotencia al no poder hacer más, pero todo esto desaparece cuando ves a los niños que vienen a verte para que juegues con ellos y te dan tanto cariño! 

Y con todo esto, cómo viven las misas con intensidad, con cantos y bailes. Muchos andan kilómetros para ir a rezar al Señor. Es toda una fiesta ver los domingos tanta gente en la Parroquia envueltos de colorido.

No he vivido nada anteriormente como en África  a pesar de que sus gentes luchan diariamente con el clima o las enfermedades.

Dios me ha hecho un regalo llamándome a misiones y espero me dé las fuerzas y voluntad suficientes para seguirle, para seguir el camino de Emaús en la Fraternidad,

Espero que os animéis, a mí me ayuda mucho ser miembro de la Fraternidad, sobre todo, a no decaer y vivir la Fe en comunidad.

 

En Cristo

 Isabel Ferrer Nadal F.E.