ORAR CON LA LECTIO DIVINA
Te invitamos a meditar la Palabra de Dios según el método de
la “lectio divina” o “lectura orante de la Palabra”.
La Lectio Divina puede ayudarte a saborear en la oración la
Palabra de Dios según el Evangelio de cada domingo.
¿Qué es la “lectio divina” o lectura orante de la Palabra?
La Lectio Divina es la lectura de la Sagrada Escritura de un
modo no académico, sino espiritual, lo que nos permitirá “conocer a Jesús de un
modo cada vez más personal, escuchándolo, viviendo con él, estando con él,
siendo sus amigos, en una comunión de pensamiento que “no es algo meramente
intelectual, sino también una comunión de sentimientos y de voluntad, y por
tanto también del obrar”.
El Papa Benedicto XVI nos recomendaba esta antigua práctica
que literalmente quiere decir «lectura de Dios»:
La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la
oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se
escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una
confiada apertura del corazón.
Si se promueve esta práctica con eficacia, estoy convencido
de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia. No hay que olvidar nunca que la Palabra de
Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino
Cómo orar con la Palabra de Dios
La lectura orante de la Palabra, más que una reflexión, es
una experiencia de encuentro personal e íntimo con Dios, que te ama y sale a tu
encuentro. Estos pasos te van llevando al mismo interior de la Palabra.
1. Invoca… al Espíritu Santo. Pídele que te ilumine y te
abra a la comprensión de la Palabra y que te anime a la respuesta con tu vida.
2. Lee… muy despacio el texto bíblico. Vuelve a leerlo. Lee
también algún comentario que te ayude a conocer mejor el sentido del texto.
Dale tiempo al Señor y escucha el mensaje que Él quiere darte en esta Palabra.
3. Medita… qué te dice la Palabra que has leído lentamente.
Una vez que hayas captado el sentido del texto, entonces puedes hacerte esta
pregunta: qué me dice esta Palabra.
4. Ora… respóndele al Señor que te ha dado su mensaje en la
Palabra meditada. Tu actitud sea la de la Virgen María: Hágase en mí según tu
Palabra.
5. Contempla… quédate impresionado, fascinado, en silencio,
en calma. Déjate animar por el ardor de la Palabra, como quien recibe el calor
del sol.
6. Actúa…. Haciendo un compromiso que brote de este
encuentro con el Señor. Es el salto a la vida. Animado e invadido por la
Palabra, regresa a la vida con otra actitud.
Si eres fiel a la oración con y desde la Palabra de Dios, tu
vida irá cambiando. La Palabra te hará confrontar tus criterios, valores,
sentimientos, actitudes y conducta con lo que ella misma te vaya inspirando.
Ama la Palabra, estúdiala, déjala que moldee tu personalidad. Te lo deseo
vivamente.
Fraternidad de Jesús
Comentarios
Publicar un comentario