DORMIMOS LOS CRISTIANOS?
¡Dormimos
los cristianos!
El
hombre necesita del sueño y del dormir, pero el hombre espiritual debe estar
despierto todo el tiempo. Es un peligro cuando la vida espiritual del creyente
entra en un estado de somnolencia. Hace
años leí un libro del Jesuita; Salvador Freixedo, escribió un libro que lo
llevo a que tuviera que renunciar a su sacerdocio. El título del libro era ¨Mi
iglesia duerme”. La descripción que hace este sacerdote de su iglesia en ese
tiempo no está muy distante de la condición de muchos creyentes en el tiempo de
hoy. Están durmiendo.
¿Qué
es dormir? – En el aspecto físico dormir es un estado de descanso físico y
mental en que una persona entra en un estado de inactividad y desconocimiento
de lo que le rodea. Es una separación parcial del mundo donde los estímulos
externos son bloqueados de los sentidos.
Cuando
alguien duerme sus sentidos están bloqueando todo lo de afuera. Ej. No se huele,
nada sabe, nada se oye, nada se siente, nada se ve, su cuerpo está paralizado
aparentemente.
El
aspecto espiritual es similar. El espíritu que Dios le dio al hombre es lo que
nos ayuda a mantener una relación con Dios. Es a través de nuestro espíritu que
adoramos a Dios. Jesús dijo que estaba buscando adoradores que le adoren en
espíritu y en verdad. Estar dormido espiritualmente es cuando nuestra vida
espiritual entra en un estado de inactividad, puedo estar despierto físicamente
pero mi espíritu estar dormido.
Yo
quiero alzar mi voz como militante de base, de hombre de acción, una voz que
puede representar a miles de hombres en la base del Pueblo de Dios, sin
interpretar, ni investigar, ni a veces comprender las estructuras, solo como
uno más a estar a la expectativa, haciéndome la misma pregunta ¿Cuántos somos
los que dormimos?
Puede
ser fácil la respuesta o difícil según se mire y se interprete. El Pueblo de
Dios es después de Cristo una de las partes muy importantes en la estructura de
la Iglesia, si ésta puede exigir a un teólogo más claridad, éste esta obligado
a dárselo, incluso el estudio de nuevas salidas a la luz de las Escrituras y de
la sana tradición, que se manifiesta con no menos fuerza en las almas de los
fieles. No pretendo abrir un debate que nos lleve a enfrentamientos de unos
contra otros.
Muchos
conflictos han surgido a través de la historia de la iglesia, y ahora en
nuestros días nos vemos sumergidos en una confrontación de ideologías,
trastocando muchas veces la misma tradición y la fe del pueblo de Dios.
Solo
pretendo exponer mi punto de vista desde una reflexión seria y profunda de todo
lo que nos sucede a muchos católicos.
Pretendo proyectar un poco de luz sobre ciertos problemas prácticos, que
a mi modo de ver resaltan un poco su deformidad, sobre todo va dirigido a
aquellos que se decidan a ponerle remedio, Ojalá que mi reflexión pueda ayudar
a que por lo menos alguien busque privadamente una solución a este
adormecimiento que sufrimos en nuestra Iglesia.
No
hablo como teólogo ya que éstos su reflexión está basada en la historia y en
las Escrituras, yo parto de una reflexión que esta basada en la acción y en la
agonía que supone especialmente en estos tiempos el extender y vivir el mensaje
del Evangelio en el mundo. Muchas veces una resistencia sorda y tan humana que
nos encontramos en ciertas estructuras eclesiales o sociales, y hace pensar que
es lo que no esta funcionando bien, en qué nos estamos desvirtuando.
Esta
misma reflexión la tuvo la Iglesia en el Concilio Vaticano II, por primera vez
a enfocado toda la problemática mundial y se hecho sobre sus hombros la angustia
de los tiempos que atraviesa la humanidad, no solo de los años 1962 sino de los
futuros hasta nuestro siglo XXI. Este
concilio trastoco todos los estados conciliares, un gran desafío para toda la
cristiandad. De una iglesia Jerárquica, a una iglesia Samaritana.
Han
pasado muchos años después del concilio, lógicamente tendríamos que haber
cambiado en muchas cosas y volver a las fuentes de la verdad en Cristo, cambiar
de tanta burocracia, tantos estamentos oficiales, el clericalismo que todavía
arrastramos de unos o de otros, en fin todo va muy lento, tan lento que nos
hemos dormido creo yo.
Ahora
surgen muchos cristianos desorientados, agonizantes, y muchos en un estado aletargado,
insensibles y casi de una muerte por aburrimiento, porque todo sigue igual de lo
mismo.
Hemos
construido nuevos templos, modernos si, pero que parecen más un salón de
congresos que un templo dedicado a Dios. Retirando las imágenes que motivaban
la devoción al pueblo de Dios, por cristaleras de dibujos, o si es lo mismo
solo la sencilla pared. Un presbiterio sin a penas devoción, imágenes de Cristo
de hierro forjado que ni siquiera eleva el espíritu, todo tan moderno que hemos
perdido la sacralidad del lugar.
¡Eso
sí, ahora somos modernos! Tan modernos
que el pueblo de Dios se ha dormido. La barca de Pedro está anclada, nuestros
patrones de conducta son prácticamente los mismos de hace siglos, nuestro
catecismo a empezado a cambiar, pero solo para los técnicos, muchas veces lo
que antes fue enseñado ahora no sirve, el mundo al revés. Lo blanco era blanco y lo
negro era negro, ahora tiene varios colores. La verdad que empezamos a estar
muy cansados por este desánimo profundo que le nace a uno en el corazón, al ver
que vamos dejando de ser luz en el mundo y sal de la tierra.
¡Que
futuro nos espera! ¿Seremos como sal que hemos perdido el sabor?
Creo
que será necesaria una sacudida fuerte y algo violenta. Cuando queremos despertar
a alguien que duerme profundamente, hay que sacudirlo con violencia. Y creo que este es el estado actual en que
vivimos, no solo la iglesia sino toda la humanidad.
El
egoísmo humano y la necedad de los hombres tiene pendiente sobre nuestras cabezas
una guerra atómica, una industria para la muerte y destrucción es lo que va
minando nuestro mundo mientras otros miran sin verlo. Hemos empezado con un
plan maestro; la destrucción de la familia, las estructuras sociales, los
patrones de la moralidad, todo está en crisis. La humanidad busca en urgencia
nuevas salidas a este desastre que se avecina.
La
propia naturaleza herida se vuelve contra nosotros, alardeamos de guardar la
casa común, pero la vamos destruyendo poco a poco, estamos jugando a ser dioses
con los mismos animales, les estamos privando del regalo de la vida o de una
muerte digna.
Siguen
los problemas del hambre, de falta de alojamiento, la desintegración de la
familia, trafico de menores, salarios injustos, de drogas, virus, pandemias, nuevos
virus que ponen en peligro la supervivencia del planeta.
Podría
seguir poniendo más ejemplos, pero creo que cada uno puede ir añadiéndolos personalmente.
Y
en las iglesias estamos medio dormidos, preocupándonos de la administración de
los bienes, el pago de tasas parroquiales, etc. ¿Será que es verdad que estamos
medio dormidos?
La
Providencia nos a enviado un Papa como dijo él mismo, de los confines de la
tierra, pero con un alma de pastor de parroquia, nos dice que los pastores hay
que hacer olor de oveja, no solo de colonia. Muchas veces es verdad que sus
pronunciaciones desbloquean a los oyentes, se salta el protocolo y todos nos
sentimos algo inquietos.
Yo
me pregunto; ¿Despertaremos de verdad? O
estamos bien en seguridades acomodadas y seguimos durmiendo. Quizás nos vayamos
despertando poco a poco de esta modorra que nos envuelve. ¡Como no lo hagamos
pronto, un día puede ser demasiado tarde!
¿Es
que no nos damos cuenta de que ya el mundo habla otro idioma? Incluso los de adentro y los de afuera estamos
desorientados, pero aun así seguimos durmiendo.
Cuando
se darán cuenta nuestros pastores que ellos tienen la palabra fundamental, el
camino de la verdad, la luz del mundo, que sin ella y a la larga los hombres no
podrán organizarse sino contra ellos mismos.
Pero
el mundo ya no acude a la iglesia porque nos ve dormidos, a veces defendemos lo
indefendible. El mundo avanza y no quiere rodearse de gente que esta mirando atrás,
de gente muy conservadora y que le tiene miedo a la vida, de gente que en vez de avanzar prefiere
seguir tumbada durmiendo…
La
Iglesia a dado grandes saltos muy fecundos sobre la doctrina social, contra la discriminación
social, es una de la instituciones que más en toda la historia ha trabajado y
sigue haciéndolo para el bien del mundo y del planeta. Quizás para algunos mi planteamiento no sea según
su parecer, pero me pongo en la piel de los “otros” los que nos miran con
recelo por los muchos escándalos, decepciones, sufrimientos que hemos podido ocasionar,
han vuelto la espalda a la iglesia al ver que ésta se puede volver en una
anciana soñolienta.
Tampoco
podemos ser derrotistas, esa “vieja iglesia silenciada” es también fecunda,
repartida en muchos monasterios, ermitas, personas que, abandonando el mundo de
los placeres, se adentra en ese mundo espiritual para enseñarnos que hay otra
vida mejor, que se puede ser ciudadano del mundo y de Dios sumo bien de todo lo
creado.
Pero
se trata de ir saliendo y hacer “lio del bueno” salir de la burguesía espiritual,
endulzada con primeras comuniones, anestesiar las conciencias con limosnas a
los pobres, a ver si a por todas vamos
despertando y volvemos a la iglesia de Cristo que fue creada para ser Luz de
todos los hombres, y no solamente para que unos pocos privilegiados duerman una
tranquila siesta, mientras los demás estamos clamando al cielo.
No
hay cosa más absurda que un pastor se pastoree a si mismo. Son ya muchas las
ciudades que ni quieren oír hablar de Dios, hay una gran competición con otras
divinidades que ofrecen un alimento distinto al nuestro porque éste no tiene
sabor, le falta sal. Pero ya vamos tarde….
Hay
que pensar que alrededor de los templos hay un mundo artificial, un mundo zombi
– anestesiado que para ellos somos gente rara, gente atrofiada, aburrida, hemos
perdido fuerza y claridad. Si como Pueblo escogido por Dios por medio de
Jesucristo no espabilamos muchos hombres y mujeres ya no acudirán a la iglesia para
alumbrar el camino de sus vidas.
Muchas
veces nuestras comunidades son como “ghetos” únicamente los que vamos nos
enteramos de lo que pasa allí, los cambios de horarios, de fiestas etc. Muchos
pastores se creen que lo que dicen el púlpito lo oye todo el pueblo, y no caen
en la cuenta de que a veces las cosas que él dice, no las oyen ni los que van a
misa. En realidad, muchísimos cristianos viven ajenos a la iglesia, solo acuden
para celebrar un acto social.
Es
estremecedor que algunos quieran conservar viejas costumbres aunque ya no
sirva, como defender el latín, cuando ya nadie lo entiende. Hemos desvirtuado
el mensaje y la voz del Señor, la hemos envuelto en una paja religiosa de mini
dogmas, preceptos, etc que quitan el brillo y las ganas de acercarse. Mientras
no simplifiquemos y vayamos a lo esencial a la cultura del Amor de Dios los
pueblos de la tierra no conocerán que Dios es nuestro Padre.
Rafael
Verger
Un article molt encertat en la realitat religiosa que vivim, cal que el poble de Déu desperti perquè si esperem que el clergat ho faci continuarem dormint.
ResponderEliminarUn capella de poble
I tant estimat germà, he llegit aquest escrit per facebook i em va conduir a aquest bloc, és molt encertada aquesta reflexió. Tant de bo la llegissin molts i sobretot els capellans i el món clerical. També crec que molts laics estem tan aconstumats que siguin els altres que ens guiïn que no sabem com començar a despertar d'aquesta manera.
ResponderEliminarPep juan (Manacor-Mallorca)
Poza da horrelako artikuluak irakurtzea, nik zuek bezala ikusten dut, lotan gaude eta Jainkoak ez badu erremediorik ematen, luzaroan jarraituko dugu
ResponderEliminarJuan
l'Església romandrà immaculada fins a la fi dels temps. Per pitjors que siguin les borrasques que la nau de Pere haurà de travessar, mai no es podrà esborrar en el nostre esperit aquesta certesa: «Als qui estimen Déu tot els serveix per al bé; als quals ha cridat conforme al seu designi» (Rom 8, 28).
ResponderEliminarTodo lo que dices mi buen amigo en parte es muy cierto, pero estamos ante un gran conflicto para la Iglesia Católica, un Cisma donde se dividirán “progresistas y conservadores” esto a la larga producirá un impacto social que desacreditara la autoridad de Roma.
ResponderEliminarLa Iglesia ha querido ser un instrumento social en la vida del mundo, va perdiendo su razón de ser, todo por ser más progresista, más abierta, y con la excusa de ser samaritana para ello se incluye en la misma cualquier error doctrinal, haciendo una grave división en la misma Iglesia Católica y Romana.
Son los miles de sacerdotes que estamos estupefactos ante esta nueva crisis teológica, donde los mismos pastores no se aclaran, el Papa mismo hace declaraciones muy ambiguas y sin orientar a los que estamos en las trincheras, en fin querido amigo Rafael, eres una voz profética en un medio donde pocos iremos a consultar y ver. Somos los sacerdotes muy “vanidosos” por decirlo de alguna manera para escuchar tu veraz comentario.
P. Roberto García O.P.
Gracias amigo querido!! No sé cómo expresarte la profundidad de mi gratitud x este envío-regalazo para mi alma .. Mi provecta edad y mis muchas obligaciones domésticas a veces consiguen hacerme correr sin aliento detrás del tiempo y presento demoras aparentemente imperdonables.. Mis disculpas!! Gracias!! Dios te ha iluminado para este envío.. Estoy totalmente en sintonía con la inquietud que transmite # Siempre desde la admiración la generosidad y el cariño Infinitas gracias!! Que Dios te bendiga cada día ! Lola de la Vileta
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