¡SIN VISIÓN, NO HAY MISIÓN!
Cuantas veces hemos elaborado
proyectos pastorales bien hechos, perfectos, pero que no eran instrumentos para
la evangelización: eran planes que buscaban servirse a sí mismos, era algo
“incapaz de cambiar los corazones”. Eso
precisamente es nuestro fallo, no nos fiamos del Espíritu Santo, pues es él
quien se tiene que ajustar a nuestros planes, no nosotros a Él, la soberbia
incrustada en nuestro “yo” nos hace creernos que sin mis planes la
evangelización no sirve.
Sin Espíritu no hay comunidad, no
hay misión, no hay salida. Hay un gueto confortable, engañoso, temeroso,
evasivo. La Iglesia sólo es Iglesia si es misionera. Jesús comienza su misión
guiada por el Espíritu. La Iglesia también. Nace misionera, “empujada y
forzada” por el Espíritu a presentarse delante de todos los pueblos, frágil,
pero con un precioso tesoro entre sus manos: el evangelio de Jesús, la
reconciliación, la misericordia, la compasión, la paz que él nos ofrece con su
muerte y con su resurrección. Enviada por Jesús se sabe habitada por el
Espíritu y conducida por él a todos los lugares, ámbitos, situaciones donde se
hace necesario anunciar la salvación de Dios, sin olvidar que los criterios de
su acción los recibe del Evangelio que anuncia y que constantemente la
interpela, invitándola a dejarse convertir y evangelizar.
La resurrección de Jesús y el
envío del Espíritu ponen a la Iglesia “fuera de sí”. La primera Iglesia se
consideró a sí misma y se vivió como movimiento misionero, un movimiento
imparable. En su interior había empezado a latir con fuerza una esperanza nueva,
la Buena Nueva de la salvación para todos, la vida de Jesús; una vida nueva no
sólo para el más allá, sino para nuestro mundo, para el más acá. Jesús
transforma las relaciones humanas, los que le siguen pueden vivir relaciones
nuevas entre ellos. Creer es dejarse transformar en lo más hondo por Jesús. Su
mensaje es para ser predicado, pero antes vivido. De esta forma su comunidad se
convierte en “sacramento de reconciliación universal”.
Primero viene la vida, después lo
vivido se transforma en convicción, en mandamiento:” Como el Padre me envió, os
envío yo también a vosotros…”, “Id por todo el mundo…” Lo primero es la vida,
la amistad, acercarse al otro a su vida a sus debilidades humanas, etc. Lo
primero es: ser hermano y compañero de viaje. Nadie es más que nadie, todos
somos humanos y pecadores. ¡El Mesías esperado es Jesucristo!
El rasgo más determinante de la
primera Iglesia fue la urgencia de proclamar el evangelio, porque se consideró
a sí misma como un movimiento misionero: por el envío de misioneros y por su
propia vida interna de gracia y comunión, de relaciones nuevas y fraternas (Col
3 12-17); de forma que la misión es manifestación de esa vida nueva, vida
infundida por el Espíritu Santo que empujaba a los primeros discípulos a
transmitir su fe de forma espontánea. Si el envío, la salida se enfría es
porque la vida interior languidece.
“De la abundancia del corazón
habla la boca”. Una boca enmudecida tal vez sea la expresión de un corazón
resignado, apagado, asustado. ¿Se encuentra así el corazón de algunas de
nuestras comunidades cristianas? Toda iglesia local madura siente en su seno,
si es adulta de verdad, la llamada a salir, a crear nuevas comunidades que a su
vez se insertarán en ese movimiento misionero imparable del Kerigma.
Este nacimiento de nuevas
comunidades cristianas no es simplemente el crecimiento visible de una
organización, es, más bien, un proceso por el que la Iglesia se hace presente
en medio de todos los pueblos como sacramento de salvación, para hacer más visible
y explícita la presencia de Cristo, puesto que Él ya está por su encarnación y
resurrección. La Iglesia quiere ser lugar privilegiado de la acción salvadora
de Cristo y de su Espíritu.
La Iglesia que nace del Espíritu
-como vemos en el NT- es una Iglesia con una intensa vida interior de
comunidad. Es también una Iglesia servicial, ministerial: atenta a las
necesidades reales de dentro y de fuera. Cuando la Iglesia no sabe escuchar o no hace
el esfuerzo suficiente para hacerlo se vuelve también muda, al volverse sorda
lo que dice ya no sintoniza o no responde a las exigencias, necesidades,
sensibilidades de su tiempo, lo cual no quiere decir que tengamos que aceptar,
sin discernimiento evangélico, todo lo que las distintas culturas viven.
Discernir es siempre necesario para percibir, en nuestro mundo, los signos del
Reino de Dios -las semillas del Verbo-, o bien del anti-reino. Es, sobre todo,
una Iglesia carismática: rebosante –en su pequeñez- de dones del Espíritu. Los
primeros cristianos no eran numerosos, pero su presencia daba un aire distinto
a la sociedad, interpelaban, suscitaban preguntas y admiración y se empeñaron
en transformar su sociedad y cultura.
Miedo a los riesgos o salir del
espacio de confort
Cuántas veces nos falta valor
para abrirnos a caminos nuevos, a veces ni siquiera los intuimos o
vislumbramos. Muchas veces si no vemos la visión en nosotros no nos
arriesgamos, con decir ¡Yo no lo veo así! Nos falta apertura al Espíritu que hace nuevas
todas las cosas, no nos fiamos de Él, por eso somos tan prudentes que lo
queremos tener todo bajo control que no queremos correr riesgos. Cuando esos
miedos son la causa de nuestra pereza y falta de fe.
Algunos pueden decirse; pero, así
como estamos ya esta bien, total siempre se a hecho así. Para que complicarnos
la existencia, Dios es misericordioso ya verá El mismo como llegar a los
alejados. Miles de excusas sirven para adormecer nuestra conciencia, como
cristianos que a razón de nuestro bautismo somos enviados a evangelizar, pero
eso es para el clero, las monjas, los laicos solo somos los colaboradores.
El Papa Benedicto XVI cambio esta
expresión, no somos colaboradores, somos corresponsables en la misión
evangelizadora, no somos personas de sacristía, de limpieza y de trabajos sin
nombre y gusto. La Misión de evangelizar es de todo bautizado.
El horizonte de la misión no es
la Iglesia sino el Reino. La Iglesia está al servicio del Reino, por eso la
misión significa “proclamar el Reino allí donde aún no está reconocido,
denunciar cuanto se opone al mismo, mostrarlo ya presente en los signos y
colaborar a su venida”. El Reino nos descentra, nos empuja a vivir abiertos de
mente y de espíritu para percibir los latidos del Espíritu en nuestro mundo.
Nuestra sociedad esta harta de
tantos eruditos en religión, incluso la practica de si misma la relegamos a un ámbito
solo familiar, o en los templos, todo por no tener visión. La Iglesia que no
tiene visión, muere en su misión.
LA VISIÓN
Una declaración de visión, en
contraste, es una declaración orientada al futuro del propósito y aspiraciones
de la comunidad. En muchos sentidos, se puede decir que la declaración de
misión establece el “propósito de ser” de la Iglesia, y luego la declaración de
visión dice, “con base en ese propósito, esto es lo que queremos llegar a ser.
La estrategia debe fluir
directamente de la visión, ya que la estrategia está destinada a lograr la
visión y así satisfacer la misión de la organización. Por lo general, las
declaraciones de visión son relativamente breves. las declaraciones de misión
son más largas que las declaraciones de visión, a menudo porque transmiten los
valores fundamentales de la organización. Las declaraciones de misión responden
a las preguntas de “¿Quiénes somos?” y “¿Qué valoramos en esta visión?” Las
declaraciones de visión suelen tomar la forma de declaraciones relativamente
breves y orientadas al futuro; las declaraciones de visión responden a la
pregunta “¿A dónde vamos como comunidad creyente?” Cada vez más, las
organizaciones también agregan una declaración de valores que reafirma o
establece directamente los valores de la organización que podrían no ser
evidentes en las declaraciones de misión o visión.
Para que la visión y la misión
vayan unidas hay que preguntarse ¿Cómo se empieza a formar un grupo de
evangelizadores? Estos no son
necesariamente el cura o la monja, sino tola la comunidad parroquial.
Roles Jugados por Misión y Visión
Misión y visión desempeñan roles
críticos
1.- Formar buenos comunicadores
sobre todo un laicado bien formado.
2.- Desarrollar las metas y
objetivos medibles para medir el éxito de la estrategia de la organización.
Estos roles interdependientes, en cascada, y las relaciones entre ellos.
3.- Juntos, la misión y la visión
guían el desarrollo de la estrategia, ayudan a comunicar el propósito de la
organización a las partes interesadas e informar las metas y objetivos
establecidos para determinar si la misión va encaminada.
4.- ¿Por qué son importantes la
misión y la visión para las metas y objetivos? Esto se desarrolla en la
presentación de la visión para que los primeros misioneros sean los que llevan
la visión.
5.- Todo debe de ser consensuado
por los lideres de la comunidad y el párroco. Teniendo las reuniones para ir
subsanando las diversas acciones a seguir.
6.- La Iglesia del siglo XXI, no
puede quedarse solo en la idea clerical, ya no es ese eslogan: sin cura no hay
Iglesia, sino sin “comunidad creyente, no hay Iglesia. De aquí se nos viene
encima que, muchas parroquias se cierran por no haber comunidad, pues todo
dependía del cura.
Es necesario que toda parroquia
tenga una visión clara y definida, para poder trabajar en pos de ella y
alcanzar los objetivos trazados. El trabajo en equipo, la oración y la fe son
características importantes en la consecución de estas metas. Por lo tanto,
cada iglesia debe hacer un esfuerzo conjunto para mantenerse enfocada en su
propósito y trabajar en beneficio de la comunidad que les rodea.
Rafael Verger
Benvolgut Rafel, és un plaer llegir-te i seguir-te, som un admirador teu. L'esplicació de la visió i la missió és una realitat a la qual molts laics hem de saber com poder aplicar als mateixos capellans allò que pensem. Molts sinodes i programes pastorals, però que al final tot queda igual que abans. El món de l'església és molt acomodat i amb poques iniciatives. Massa folklore, ia més, cada dia som menys.
ResponderEliminarMassa feina per a tan pocs capellans, a veure si les parròquies formen un bon equip de laics i la visió és compartida per tots i no només per a uns quants.
Miquel Campaner
Cuando el Señor dice “Mirad los lirios del campo como crecen», en el contexto de fiarse de Dios, de creer que existe la acción de Dios que hace crecer la vida, y dar prioridad a su acción por encima de la mía”
ResponderEliminarNo es lo mismo creer en Dios, que creerle a Él. Es el espíritu Santo quien siembra, riega, y hace crecer, el mérito no es del servidor éste es su deber como cristiano.
Lo comparto contigo y lo voy a compartir con más gente a ver si de una vez por todas espabilamos que la mies es mucha.
Carmen Valenzuela
Madrid (Parroquia la inmaculada d
(Catequista)
“Hay un problema de relevo generacional. “La vida de fe cada vez es menor, tiene menos influencia en la gente, con comunidades parroquiales con gente más envejecida, y por lo tanto si no hay niños en las catequesis y en las parroquias tampoco habrá vocaciones para la vida sacerdotal y por tanto el grueso de los sacerdotes cada vez son más mayores.
ResponderEliminarEsta merma de seguidores se suma a un creciente abandono de prácticas como ir a misa, bautizar a los niños, hacer la comunión o casarse, Tengo una amiga joven que me dice; (de 22 años, y que ha pasado por el bautismo, primera comunión y confirmación) cuenta que cree que la Iglesia “debería actualizar sus ideas.
La palabra "católico" significa universal. Está en el "Creo en Dios". Los cristianos de los primeros siglos proclamaban que la Iglesia era católica, es decir, extendida por todo el mundo, para todos los hombres. Hoy, conservan el término "católicos" pero en la práctica es diferente, los cristianos que reconocen la autoridad universal del Papa, sucesor de San Pedro como obispo de Roma, éstos se les llama católicos -Romanos, para definir a unos y otros.
Como planteas es un buen toque de atención que muchos católicos opinamos lo mismo que tú, es el miedo a emprender nuevos cambios en la Iglesia o en las parroquias, como dices “siempre se hace más de lo mismo” creo que Dios envía a nuevos profetas con visiones diferentes para anunciar el Reino, el fallo es nuestra demasiada prudencia en querer gobernarlo todo baja el prisma de la autoridad jerárquica. La audacia de tirar las redes mar adentro paraliza a muchos.
Fray Alberto Jiménez OFM
España
He leído tu articulo y tiene un sabor a “nuevo” con un potencial de futuro muy interesante. ¿Pero te has dado cuenta de que, desde el Sínodo Alemán, vamos a una iglesia diferente a la que venimos creyendo desde que Cristo la fundo?
ResponderEliminarEl padre Santiago Martín ofrece un relato estremecedor, basado en la realidad de los hechos, de la situación de la Iglesia centroeuropea, una Iglesia que está "moribunda" y "con respiración asistida", y sin embargo pretende dar lecciones a los demás y convertirse en el modelo a seguir. Pero no hay que engañarse, añade: este "suicidio asistido" ha sido "tolerado y promovido" desde antes del presente pontificado, "y hay que preguntarse por qué".
https://www.religionenlibertad.com/video/154747/iglesia-muere-marca-pauta.html
Un católico decepcionado
Vivim un canvi d'època amb una crisi moral, social i cultural” que comporta necessàriament una “crisi a les vocacions”. Les dades també revelen que encara que hi hagi menys sacerdots, aquests tenen menys feina. S'han reduït els sagraments principals.
ResponderEliminarQuan es diu que falten cal preguntar on, per què i per què. Hi ha llocs on si no sobren, almenys podrien desprendre's d'alguns. En altres llocs, els sacerdots ocupen funcions administratives que podrien i haurien de fer perfectament els seglars. Ja fa centenars d'anys Gregori el Gran deia que hi havia molts capellans, però faltaven capellans que es dediquessin a complir dignament amb el seu ministeri. Igualment, deia Gregorio Magno, sobren candidats a l'episcopat; el pitjor és que quan ho aconsegueixen no compleixen el ministeri de la predicació propi del Bisbe. Es dediquen a altres coses
De vegades l'episcopat només es confereix per motius polítics o de dignitat humana: és el cas dels Nuncis. I quants preveres exerceixen funcions molt dignes però no ministerials: directors de Col·legis, professors de matemàtiques, administradors de diòcesi o institucions de l'Església. Vist així, sobren sacerdots.
P. Carmona
Badalona
Per mi la bíblia i totes les religions són una pèrdua de temps. Passarà el mateix que va passar amb les religions més antigues, la gent intel•ligent s'adona que són teories estúpides i deixa de creure-hi. Si ho penses bé això de creure en Déu passa de generació en generació per gent vella no tan avançada en la ciència que segueix creient en aquestes ximpleries. Penseu-ho bé. La bíblia és el mateix que un llibre de Harry Potter, si no creus en la màgia no creus en Déu perquè hi ha múltiples escenes absurdes a la bíblia. Diuen que Déu és un ésser omnipotent, però si fos així el podria acabar amb tot el mal, cosa que no fa, convertint-lo en una merda. A més ja es van desmentir diverses parts de la bíblia, per exemple Adam i Eva de les seves més conegudes. La teoria de levolució ja està comprovada així que el que diu la bíblia de com ens creem és FALS. Les religions són cosa antiga, si us plau, obrin els ulls i usin la ciència en comptes d'un llibre vell escrit per persones poc intel•ligents fa milers d'anys. Siguin intel•lectuals.
ResponderEliminarJoan de sa Calatrava
2024 años después Jesús de Nazareth sigue siendo noticia, sigue paseando por nuestras vidas, no para que nos coloquemos en contra del Estado y del derecho. Todo lo contrario, para fortalecerlo. Su mirada se fija en nuestra conciencia para que hagamos de nuestra vida un modelo de compromiso con aquellos que no cuentan. Una Iglesia a extramuros que sólo se salvará en la medida en que sea fiel al sufrimiento de las personas. Así lo quiso Jesús y así lo intentaremos imitar. A parte de las críticas y ataques de unos y de otros, seguiremos creyendo que un pobre carpintero de Galilea transformó para siempre el corazón de las personas concibiendo la libertad como servicio a los demás. Iglesia a extramuros, Iglesia de Jesús.
ResponderEliminarMe asombran este tipo de afirmaciones que se hacen desde la atalaya de un medio y la facilidad que produce la presión sobre la tecla. Una de las enseñanzas del evangelio es que cuando nos acercamos a la realidad de las personas de carne y hueso, pobres y necesitadas, donde sangran y gimen, nuestra perspectiva y visión de la realidad cambia y se transforma por completo. Hay que bajar a los infiernos que se dan en la actualidad, al mundo de la marginalidad donde la razonabilidad y la coherencia brillan por su ausencia. Concebir la Iglesia en salida implica impregnarse de estas contradicciones, de estos reveses biográficos que ponen patas arriba nuestra existencia rompiendo los esquemas que teníamos.
Pero para ello hay que salir, levantarse, hacer un camino, que no está lleno de amapolas, ni aplausos, ni reconocimientos. Todo lo contrario. Estar en los centros penitenciarios, en los hospitales, centro de menores, orfanatos, en los polígonos con las prostitutas o en pisos de acogida y tutelados para personas presas por todo tipo de adicción implica transcender la corrección política y la comodidad neutral que ofrece esta sociedad de consumo y entretenimiento. Francisco resulta incómodo para un espectro de la derecha y ultraderecha política; bienvenido sea, Jesús también para las autoridades de su tiempo. Y lo seguirá siendo mientras el evangelio sea inspiración y guía para millones de personas en el mundo que luchan por la dignidad bajo cualquier circunstancia y pretexto.
Luis Cobos SJ