"ORAR EN EL NOMBRE DE JESÚS
'ORACION DEL NOMBRE
DE JESUS'
Después de varios
años he descubierto esta hermosa “oración de Jesús” y ahora más que nunca ante
el Santísimo Sacramento encuentro mi gran descanso.
Por esto me atrevo a
compartir contigo esta experiencia que puede ser de gran consuelo para ti.
PREPARACIÓN INMEDIATA
LA MENTE
1. Relajación del cuerpo, asumiendo la postura más adecuada.
2. Calmar toda emoción.
3. Eliminar toda actividad mental discursiva o imaginativa. (Acallar todo pensamiento y centrarse solo en su Presencia.)
4. Recogerse en el interior. Sólo tú y El.
5. Ponerse confiadamente en la presencia de Dios.
6. Implorar la ayuda del Espíritu Santo (1Cor 12, 3).
ELCUERPO
1. Concentrar la atención en el lugar del corazón, manteniéndose en paz y en reverencia. CERRAR LOS OJOS. Entra en tú corazón, en el santuario de tú alma, SOLO DIOS Y TÚ.
2. Al ritmo de la respiración (inspiración-espiración) repetir (oral o mentalmente) por un determinado número de veces: «Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, que soy un pecador». En todo momento deberíamos mantener un reverente y vigilante recogimiento, SI NOS VIENE LA DISTRACCIÓN HAY QUE ACALLARLA, solo Dios y tú. Es un volver a empezar, repitiendo el nombre de Jesús al ritmo de la respiración, (muchas veces) hasta que la divina presencia nos envuelva en su Amor, y si una vez hemos llegado allá descansar, y pedir al Espíritu Santo que nos abra los ojos del alma y los oídos del corazón para entrar al dialogo amoroso y filial entre ambos. Si la divina voluntad quiere que tú espíritu cante o gima déjate llevar, Si es silencio, haz silencio. Deja que tus sentidos corporales se envuelvan en ese estado de profunda oración.
3.
Y si por algún motivo te distraes o interrumpen tú descanso en el Espíritu,
vuelve a cerrar los ojos. Deja que sea el mismo espíritu de Dios el que te
lleve de nuevo a la visión o descanso.
4.
Al regresar a la conciencia o sea ir despertando de ese estado, pídele al Señor
por tus necesidades, o si el mismo espíritu te lleva a la alabanza, entra en
ella sin miedo, y déjate llevar, pues es el mismo Espíritu quien ora en ti. Y
si él mismo quiere que ores por tus hermanos vivos y difuntos, búscalos en tú
mente su imagen o su nombre, y díselo,
Basta su nombre El sabe muy bien lo que quieres. Y repite, Jesús por fulano o mengano. Deja libre tú
imaginación y verás cual gozo hay en tú alma.
5.
Pedir al Padre en nombre de Jesús, que nos instruya, al Santo Espíritu, sea
nuestro Maestro, para que jamás nos apartemos de Él. Nos de ciencia y sabiduría
para reconocer su santa Voluntad. Pedir que nos
derrame sus dones o que nos hagas dóciles a su Espíritu. Dar gracias al
Padre porque él nos amó primero, y agradecerle
el Don de su Hijo JESUCRISTO. Luego agradecer a la bienaventurada Madre de
Dios su bene placida cooperación en el plan de salvación de tú
alma..
6.
Y desde allí en este estado rogar o interceder por toda la Iglesia de Dios, el
Papa, Obispos, sacerdotes, se puede ir decir mentalmente sus nombres, vivos y
difuntos. Pues para el Señor todos están vivos y viven en el presente. Dios es
“hoy” no es en pasado ni en futuro. Deja volar tu mente en ese estado de
“oración “ y cuando termines en ese
instante agradece a Dios todo el bien que te ha dado.
Y
hasta mañana si Él lo tiene dispuesto!
El orar en el nombre de Jesús está
enseñado en Juan 14:13-14, “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis
en mi nombre, yo lo haré.”
R. Verger
Mi nombre es Sonia, y me ha encantado esta manera de hacer oración la voy a poner en práctica, soy monja de clausura, os sigo pues me ayuda mucho vuestro caminar
ResponderEliminarHola paz y bien
ResponderEliminarMe llamo Carmen Garcia soy laica consagrada y pertenezco al movimiento Focolar, también agradezco esta magnífica oración de Jesús que tanto me ha ayudado desde que la vi me impresionó. Gracias Fraternidad de Emaús, por compartir vuestras experiencias.
Ricardo Fernandez- Madrid
ResponderEliminarGracias por tu comentario, porque además nos resalta lo esencial… “los ojos fijos en Jesús”… y “apuntarnos a todo lo que hace bien al espíritu”, esa interioridad que todos poseemos y que a veces tanto descuidamos. “Y vivirlo en grupo”… nos necesitamos unos a otros.
Y como dices… a futuro no creerán si no tienen experiencia de Dios.
Un querido profesor mío, Antonio Oliver, también comentaba: “el cristianismo del siglo XXI, o será místico o no será”.