FELIZ AÑO NUEVO, AÑO DE GRACIA EN CRISTO
Al comenzar un nuevo año no debe ser únicamente acostarse
por la noche para levantarse al día siguiente, ni cambiar el calendario viejo
por el nuevo. El inicio de un nuevo año es darse una oportunidad para hacer
proyectos de vida, fortalecer lo positivo o hacer grandes cambios para sacar de
nuestra vida lo que es destructivo. No es la vida la que nos marca lo que
tenemos que hacer, somos nosotros los que dirigimos la vida y le damos sentido.
Nosotros somos los responsables de construir el presente y el futuro.
Como comunidad parroquial y en
fraternidad, tenemos que empezar con fe y confianza en todo lo que nos
propongamos, y sobre todo poniendo todo en las manos de Dios, confiando en que
Él es nuestra fuerza, la fuerza del Espíritu Santo que actúa en su Iglesia.
Un Año Nuevo que ya hemos
arrancado con este nuevo día, y con él nuevas oportunidades de renovar nuestra
vida personal y espiritual. Este día el primero del año lo consagramos a María
la Madre de Dios y nuestra por adopción, a ella nos dirigimos como la Madre de
la Fraternidad de Emaús, para que sigamos compartiendo muchas experiencias en
este año, que sigamos creciendo en humanidad y valores cristianos que tanto
necesita nuestro barrio, y alegres donde la Providencia nos ha hecho vivir, para
ser testigos de Cristo Resucitado.
La fe es la fuerza del Espíritu, con
él podemos lograr grandes cosas, pero hay que alimentar nuestra fe a través de
la relación personal con Jesucristo, a través de la oración diaria, de la Santa
Misa, y sobre todo el consejo de San Francisco de Asís: "Ten cuidado con tú vida, quizás sea el único evangelio que muchas
personas vayan a leer”!🙏 No se trata solo de nosotros mismos, se trata también
de los demás, somos el pueblo de Dios, unidos en la fe, tratar este año de
atraer a las personas de poca fe o débil, a la Iglesia, ayudarles en su proceso
de conversión y ¿Por qué no? A lo mejor estarías ayudando también a tu propia
conversión.
Los miembros de la Fraternidad de
Emaús, que por Gracia de Dios él mismo ha suscitado en la Vileta, tenemos que
ser Misioneros en nuestros ambientes, ayudando a nuestro párroco, rezar por él
y por todos los sacerdotes de la Diócesis, para que sean fieles a su llamada.
Para que sean buenos administradores de las parroquias a ellos confiadas, y
sobre todo, para que aprendan como María a ser servidores de la comunidad, en
humildad y coherencia. También para que entendamos todos juntos que; pastores y
laicos formamos la pequeña porción de la Iglesia de Mallorca unidos con nuestro
Obispo.
Con la ayuda de Dios, la fraternidad de Emaús iniciamos un nuevo año
donde pondremos en marcha un nuevo proyecto, (siempre cuando se pueda por las restricciones
que vivimos) poner en marcha las “pequeñas células” para ir formando pequeñas
comunidades de hermanos, que coordinadas y dirigidas por nuestro párroco
podamos ser semillas que den su fruto que tanto se necesita en nuestro mundo.
La parroquia nos necesita, hay
muchas áreas donde podemos trabajar, hay que involucrarse en algunas
actividades de la parroquia, no hay que ser solo participantes de la misa
dominical, ni tan siquiera asistir de vez en cuando a actos de piedad, hay
que pensar que no somos consumidores de sacramentos, hemos sido llamados por y
en la Iglesia, y la iglesia la forma la comunidad. Ser miembro de la Fraternidad
de Emaús significa que tenemos que organizarnos mejor, piensa que Dios nos ha
dado un carisma y dones particulares, pero que son para el servicio de la
comunidad, ¡NO VIVAS TÚ FE SOLO!
Ojalá podamos tener proyectos
comunes; Casa Vida, proyecto Encuentro, Una posibilidad de Vida (Tanzania)
porque la caridad se demuestra con obras. ¿Y porque no llevarles la Palabra de
Dios? Al fin y al cabo es lo que nos debería de mover a nosotros. Otro proyecto
para los hermanos y hermanas de Emaús es; acercarse más al Sacramento de la confesión,
éste sacramento es de Sanación Espiritual, el Señor nos lo ha dado para
fortalecernos y seguir adelante. Acudir a la “célula” para hacer “lectio divina” con tus hermanos,
porque la Palabra de Dios alimenta los sueños y esperanzas, es el motor de
nuestra alegría y nos ayuda a avivar la compasión.
Procurar ir trabajando en el
proceso espiritual asistiendo a retiros, convivencias, etc. Buscar un sacerdote
o un Laico comprometido para que te ayuden a progresar espiritualmente. Mantén
siempre vivo en tu pensamiento de que eres “un servidor de los demás” no que
los demás te sirvan a ti, eso es faltar al amor al que has sido llamado.
Acude a la Adoración, porque como
los discípulos se reunían con María, para la oración y partir el pan
comunitariamente, acudían al Templo en grupo y por las casas. No juzgar a nadie
por ser diferente que tú, puede ser que Dios así lo tenga dispuesto para que tú
sepas corregirte y amar a tu hermano y hermana como la ama Dios a ella, orar por los hermanos los unos por los otros,
sobre todo por aquel a quien te mortifica, quizás es el trabajo que tienes que
hacer para acercarte más a él, no seas motivo de división con nadie, modera tu
lengua, se verdaderamente un hermano o hermana, haz el propósito de ser su ángel
de la guarda, preocúpate por él, se amable y servicial.
En tu familia o más allegados se
luz y signo de esperanza, intenta hacer llegar tú esperanza en la fe, y si no
puedes “ora” por ellos. Pero sobre todo no juzgues a nadie, piensa que Dios es
Padre de todos y ellos están en la mente de Dios, acude a la mediadora de todas
las Gracias y a nuestro padre San José, que como Sagrada Familia están de nuestro
lado.
Callar más, con callar no me
refiero a quedarnos cruzados de brazos o a preferir el silencio ante alguna
injusticia, sino a pensarlo dos veces antes de hablar. Siempre que queramos
decir algo pensemos antes: ¿Lo que voy a decir es realmente edificante?,
¿lastimaré a alguien?, ¿sembraré rencor o rabia con mis palabras?, ¿aportaré algo
bueno con lo que tengo en mente?
Muchos pueden pensar ¿amar más?,
¿no amo ya lo suficiente? ¿Cómo puede ser parte de mi lista de propósitos? Amar
no solo significa decirle a otra persona "te amo", sino demostrarlo con
actos. En ocasiones creemos que no hace falta decirlo porque damos por sentado
que aquellas personas que más nos importan, lo tienen presente todo el tiempo.
Pero lo cierto es que un "te amo" jamás está de más. Creo que este punto es el que más
puede costaros. No solo confiar más en los demás, en amigos, familiares o
pareja, sino confiar en Dios. Las tribulaciones y las pruebas a las que nos
enfrentamos en este tiempo, sacuden nuestra fe, la ponen a prueba o la
debilitan.
Es fácil sentirnos derrotados, abandonados o sin ganas de seguir luchando. La tentación de huir se hace cada vez más frecuente. Por eso, además de pedirle esta gracia a Dios en la oración, esforcémonos por convertirnos en personas en las que los otros puedan confiar. ¡Haz que este nuevo año valga toda la pena! Siéntete agradecido y afortunado por cada oportunidad que tienes cada día y contagia a otros de tu alegría. Espero que puedas cumplir estos propósitos (incluido el de bajar de peso).de sobra.😃
Intercede por las almas del
Purgatorio, y sobre todo por las agonizantes. Para que Dios les de la Gracia de
la conversión. En definitiva se un
hermano de todos, vivos y difuntos. Y sobre todo alégrate por ser Hijo de Dios
no por tus méritos sino por puro Amor de Dios y el sacrificio de Jesús que pagó por ti el precio de su sangre. Vive como si este año fuera el último de tú
vida, para que siembres aquello que te quieras llevar cuando seas llamad@ en la
casa del Padre.
¡Señor, haz de mí un
instrumento de tu paz!
Que allí donde haya
odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa,
ponga yo perdón;
donde haya discordia,
ponga yo unión;
donde haya error,
ponga yo verdad;
donde haya duda,
ponga yo fe;
donde haya
desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas,
ponga yo luz;
donde haya tristeza,
ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no
busque yo tanto
ser consolado como
consolar;
ser comprendido, como
comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como
se recibe;
olvidando, como se
encuentra;
perdonando, como se
es perdonado;
muriendo, como se
resucita a la vida eterna
Feliz Año Nuevo a todos Paz y
Bien
Rafael Verger
Coordinador de la Fraternidad
de Emaús
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