TESTIMONIO DE MAIKA POMAR THOMÁS
Nuestra
hermana Maika en el día de hoy 26 de enero en el salón parroquial de la Vileta,
nos ha abierto su corazón para explicar su proceso de fe en Jesucristo.
Desde
niña mi fe ha sido una constante pues la recibí de mis padres, en casa éramos 4
hermanos y nos enseñaron un gran interés por la Sagrada Escritura, en mi casa
mis padres eran muy católicos y practicantes.
Como
cualquier niña a esa edad yo era muy revoltosa, me gustaba jugar con mis
hermanos y todo transcurría muy normalmente. Pero he de confesar que ya desde
muy niña sentía una atracción por el Sagrado Corazón, muchos días acudía a la
iglesia de Montesión donde también tenía una devoción por san Alonso Rodríguez,
me pasaba muchos ratos hablando con el Señor.
Recuerdo que mi padre un día compró un Sagrado Corazón de Jesús y me dijo; ahora no hace falta que vayas tanto a la iglesia porque Jesús está aquí, pero yo le decía, el de la iglesia me habla y este no. Entonces mi padre me dijo: ¿quieres oír la voz de Jesús? Yo te enseñare como se hace.
Mi
padre me enseño que Dios nos habla en la Biblia, si la abro al azar y leo un
capitulo el Señor me responderá, y es curioso así fue. Las cosas de la vida al
hacerme mayor tenían otros intereses y fui dejando un poco mis visitas a la
iglesia, empecé a salir con chicos y así conocí a mi marido, este era un hombre
bueno, pero no muy creyente, hasta que nos casamos y empiezo una nueva etapa de
mi vida.
Mi añoranza de mi niñez marco un profundo sentimiento cristiano en mi familia, tuvimos la suerte de tener un familiar sacerdote de la Orden de los Franciscanos Menores, el Padre Catany, fundador del Hospital General de Palma, Probablemente el currículum de Catany ha sido injustamente reducido por la memoria histórica. A petición expresa del rey, Alfonso el Magnánimo, El Papa Pio II, o el príncipe Carlos Viana -sempiternamente enfadado con su padre, Juan II, rey de Aragón- solicitaron también su consejo. Su proyección traspasó la frontera insular. Y su particular forma de entender y practicar la teología apagó muchos ´fuegos´. "Fue un personaje muy valorado" y en mi familia de varias generaciones, se le llamaba “el santito” por ser un gran impulsador de esta obra, cuentan de él que era un gran orador y un personaje muy activo en Palma, esto era por el año 1.470 sus restos descansan en la capilla del Cristo de la Sangre.
MI vida como madre y esposa ha sido muy corriente, la familia, mis hijos y el trabajo, todo como cualquier familia. Mis hijos son creyentes, pero no practicantes al igual que mi esposo, esto siempre ha sido esa espinilla en mi corazón, pero imagino que esto pasa en cualquier casa de vecino.
Al venir a la Vileta conocí a varias personas entre las cuales Rafael, me impresiono mucho esta firmeza en la fe, el deseo de compartirla y sobre todo su ilusión para que otros conozcan más a Jesús.
Al empezar fuimos pocas personas y nos reuníamos en una casa, pero poco a poco íbamos creciendo, llegando a ser más de 50 personas, entonces nos reuníamos en el club de Pensionistas, para mi fue descubrir a un grupo que, como yo, fuimos creciendo y aportando nuestra vivencia.
Para
mí la fraternidad ha sido un don de Dios, pese a altos y bajos unas veces más y
otras menos, pero siempre adelante como dice Rafael, ¡no tengáis miedo! Y cada día me doy cuenta de que la
fraternidad es como una pequeña familia, también doy gracias al P. Julio por su
acompañamiento durante estos años, un sacerdote joven que me admira su entrega
y tanto trabajo.
Una cosa que me alegra mucho es que él ha vuelto a rezar la oración de san Miguel Arcángel, para pedir su protección, esa era una oración que yo aprendí de muy pequeña y que mis padres me inculcaron. Parece que hoy en día hablar del demonio no tiene gancho, más bien ni se menciona y es importante porque en los tiempos que vivimos éste anda a sus anchas.
Si
bien es verdad, los tiempos han cambiado mucho y muchas “verdades” se ponen en
tela de juicio, si existe el purgatorio, que si el infierno mejor no hablar,
que si la vida eterna, etc. Y estoy convencida que nos encontramos casi en el
fin de una era, no quiero decir el fin del mundo porque ya me atrevería
demasiado dado que Dios es misericordia y además justo.
Por
eso los cristianos tenemos que ser conscientes que el diablo tiene mucho poder
en este mundo, y que arremeterá siempre contra los creyentes, y más si estos
son pregoneros de la Palabra de Dios.
Por
esto estoy muy ilusionada con la fraternidad de Jesús, porque hay tanta gente
que desconoce a Jesús y que nuestra misión es darlo a conocer, y a formar
células donde se encuentren acogidos y puedan conocer la vida en Cristo. ¡Esto
es lo que el mundo necesita! Hombres y mujeres que con su testimonio den a
conocer a Cristo.
La iglesia la formamos todos y tenemos que apoyar a los sacerdotes en su ministerio, “pero todos remando a la vez”. Por esto mismo quiero vivir este espíritu de la fraternidad de Jesús, antes la nombrábamos de Emaús, pero que ahora vemos que es Jesús el centro de todo. Os animo a seguir adelante, con la certeza de que Cristo nos ha congregado para un buen fin.
Rafael
Verger
Precioso testimonio. Muchas gracias por compartir tus experiencias de vida, Maika. Y muchas gracias a Rafael Verger por la transcripción. Que Dios os bendiga siempre! Joan González
ResponderEliminarHola Maika, no sabía tú faceta tan espiritual siempre te llevas sorpresas muy gratas. Un día quedamos y me explicas que es la Fraternidad de Jesús.
ResponderEliminarMª del Mar Riera
Llucmayor