FIDEUCIA SUPLICANS
FIDEUCIA SUPLICANS
De una tarde buscando otra manera de ver las cosas.
Después de leer el documento y siguiendo las noticias que se
publicaban tanto de Cardenales, Obispos y sacerdotes, desde una lectura “orante
del documento” se puede decir que, con la figura del Papa Francisco, el
Espíritu Santo nos presenta una neblina como diciéndonos que estamos en un
proceso de discernimiento.
Y es que este documento nos demuestra las carencias que
tenemos en discernir. Todos estamos incluidos en este arte de saber discernir,
no hay que olvidar que el discernimiento es un Don del Espíritu Santo y es a
través de Él cuando tenemos que deslumbrar lo que el mismo Espíritu nos quiere
decir.
Si nuestra mente no está en una visión pastoral, nos dejamos
regir por una rigidez que también es poca evangélica, está la mirada de la cual
muchos caemos en la arrogancia de sentirnos “los buenos” del que yo estoy en el
lado correcto de la historia, de la ortodoxia, etc, etc. Podemos estar firmes,
pero opino que no rígidos.
En esta neblina de la que hablo o como fenómeno natural,
siempre alcanzamos un poco de ver lo que esconde dicha neblina, pero la
totalidad del paisaje no lo vemos. Si avanzamos al andar vemos si, pero no del
todo. Todo empieza por ver cuales son nuestras limitaciones, nuestras verdades,
sería una pregunta; ¿Verdaderamente yo quiero defender la doctrina o más bien
es una reacción a mi narcisismo?, tener ese miedo a que nos alcance la
inseguridad, y que a veces no son seguridades de fe sino más bien psicológicas.
De esa necesidad de sentirnos los buenos y que poseemos la
verdad histórica del devenir de la Iglesia, el gran peligro para los creyentes
es ese dialogo sin discernimiento con uno mismo, el cual muchas veces estamos
inducidos al error. Me pregunto críticamente si al no querer discernir bien
este documento me reafirmo a mi mismo de mis inseguridades o miedos y escondo
la cabeza bajo el ala por no entender lo que el Espíritu quiere decirme.
Quizás yo mismo me estoy equivocando porque el contenido es
muy ambiguo y da pie a no entenderlo, si bien he escuchado a personas más
relevantes y entendidas que yo, por eso repito puedo equivocarme en mi propio
discernimiento. La pregunta sería; ¿Tanto yo como tú amigo lector, no podríamos
estar equivocados?
Entonces como no podemos estar seguros del todo ni tú ni yo,
realmente es un Pontificado el del Papa Francisco que requiere una gran
perspectiva del Don de discernimiento.
Puede traer conflicto, dudas, divisiones etc pero que si lo usamos con
humildad no hay que temer. Porque al Espíritu Santo no se le han ido ni se le
irán las riendas de la Iglesia.
Llegados a este punto, podría dar lugar a este documento una
gran conversión interior, dados a juzgarlos me pregunto ¿Dónde esta el
apostolado para llevar a estas almas a Cristo? Parejas irregulares,
homosexuales, etc. Es más fácil poner yugos a los demás que llevarlos uno
mismo. Esto me lleva a no cerrarme a
ciertos paradigmas y conclusiones que he tenido a mis más de 60 años que he
vivido, sino de estar abierto al Espíritu, sin negar abiertamente el depósito
de la fe.
También es cierto que el Espíritu Santo nos guía, y nos da a
entender lo que todavía esta velada por esa nieblita que nos impide ver con
claridad. Hay otra pregunta que me hago; ¿Cómo actuaría Cristo ante esta
situación? nos dice el evangelio que
comía y se sentaba a la mesa con los mismos pecadores y apartados de la Ley,
¿No es cierto que vino a por los enfermos y poseídos para liberarlos? Esto me plantea a que yo mismo necesito una
conversión, a no tener un corazón duro y un discernimiento hacía el amor y este
como Amor de Dios en el siglo XXI.
Cierto es que no estamos en el siglo I, y también es cierto
que aquellos hombres no son los de ahora, el pecado es pecado siempre, pero la
humanidad no es la misma. Esto me lleva a plantearme la situación de diferente
manera. ¿Puedo yo meterme en la cama de otro y prejuzgar como ama o siente? Lo
que puedo hacer es hablarle del Amor conque Dios lo ama y darle a conocer
porque vino Jesús al mundo, si voy a juzgarlo yo, estaría faltando a la caridad
con que Dios lo ama.
Aquí se trata de ser y actuar como lo hicieron tantos
Santos, Francisco de Asís, con el Califa, Carlos de Foucauld, con sus hermanos
musulmanes, Teresa de Calcuta y otros tantos, ellos nunca juzgaron, solo
acogieron y amaron. Nada más, lo demás esta en manos de Dios. La fe, crece dándola.
La fe no se reduce a simples conceptos verbales, ni a
preceptos, ni normas, sino a un testimonio de vida. Si a partir del testimonio
se abren elementos de conversión y dialogo, ¡bendito sea Dios! se trata de no apropiarse de una estrategia
de márquetin o publicidad para forzarles a una conversión, sino de dar amistad
y apoyo como lo haría el mismo Señor.
Pero soy consciente que, si yo soy amigo y hermanos de todos, en algo va
a trabajar el Señor a través de mi hacía las parejas irregulares.
Entonces pienso que tengo que dar pasos más adelante y que
no me pare un cierto sentimiento religioso escrupuloso. La madurez a la que me
llama el Señor es, a ser quizá mal interpretado, a un qué el cobarde y mal
intencionados te puedan calumniar sobre tus buenas intenciones. Dios ve el
corazón, no las interpretaciones maliciosas, aunque lleven el sello de una recta
conducta.
Creo que hoy más que nunca se esta vertiendo sobre el Papa
mucha mierda, mucha suciedad, prejuzgando el corazón del hombre que el Espíritu
Santo a puesto al frente de su Iglesia. Porque la realidad supera a la idea de
uno mismo. Hoy en día hay que ser realistas y escuchar la realidad de las
cosas, incluso llamarlas por su nombre. El
Lobby gay es un término, generalmente utilizado de forma despectiva por
movimientos políticos conservadores, e incluso por sectores de la misma
Iglesia, ¡¡¡cuando ella misma intentaba ocultar a muchos de sus miembros por el
dicho común “éste pierde aceite” con lo caro que va hoy día el aceite!!!
La caja de pandora se ha abierto en el mismo Vaticano, el
Lobby rosa se ha ido imponiendo cada vez más y entre finanzas y sexo hemos
tenido un Papa emérito demasiado mayor para enfrentarse a estas cuestiones tan
ennegrecidas y volátiles.
Cuando un caso nos toca en la familia, en amistades, lo
primero que hacemos es intentar justificarlo ante la opinión pública, sea
familia o amistades, incluso buscaremos razones para minimizar dichas
conductas, divorciados vueltos a casar, e incluso el aborto y otros temas más
espinosos, ¿para unos usamos la vara de medir muy corta y para otros no?
Vivimos en una sociedad muy hipócrita, mientras no me hieran
a mí, me da lo mismo juzgar a otros. Por
esto mismo pienso que nadie esta terminado de hacer, nadie esta a la altura que
Cristo espera de cada uno de nosotros, todos vamos caminando y este documento
va generando un “alto en el camino” un juzgarnos cada cual a su conciencia y en
ella llevarnos a la conversión, no solamente del “otro” sino de uno mismo
frente al Juez supremo ante el cual cada uno responderá de sus actos.
Nadie puede decir; “De esta agua no voy a beber” porque
todos nacimos bajo el peso de la concupiscencia y nadie puede añadir un
centímetro a su altura. La pedagogía que
tiene este documento puede ser imprudente o dada a la duda, pero yo no se cual
es el fondo de esta, Por qué, mete dos temáticas que requieren tiempo para
discernir con seriedad, creo que tendría que haber sido dosificado. Un tema que
tiene tantas controversias y más en la onda de hoy en día tiende a crear muchas
dudas y es normal ante sectores conservadores y otros. Unos en un extremo y otros en otro, el
Vaticano debe de estar muy preocupado ante la avalancha de opiniones dispares.
El problema del Papa es que se sale del estereotipo al que
estábamos acostumbrados en los últimos tiempos, él no es tan protocolario, es
como es, yo diría un párroco en una diócesis que quizás le viene grande, para
muchos demasiado cercano y para otros muy lapso, nunca estamos contentos con lo
que nos ha tocado.
No podemos dejarnos llevar por habladurías sin respeto ni
fundamento; que, si es el último Papa, el anticristo, etc etc. Él es Pedro,
sucesión ininterrumpida desde el apóstol. Es como decimos, genio y figura hasta
la sepultura, él es como es. Te guste o no. El Espíritu Santo siempre sacude
con su fuerza, desconcierta, ya paso en Pentecostés, pero después trae el mismo
la serenidad. El mismo Papa esta
convencido de que el Espíritu Santo aclarará y nos llevara al entendimiento a
un qué ahora se forme este lio.
Quizás tenemos que cambiar la metodología en la
evangelización y este enfoque sea novedoso con otro lenguaje, el lenguaje
tradicional se a quedado obsoleto no puede dar los frutos nuevos “odres nuevos,
vino nuevo” así de claro. Lo que creo que habrá diócesis que no se pueda
imponer porque la realidad cultural o social no lo contempla, y meterlo es
darle el morbo a cosas que no están en su diario.
Recuerdo ahora cuando estaba el Señor en el Calvario en
medio de dos ladrones dice la tradición, uno le increpaba burlándose de él, el
otro sin más medio en broma o medio en serio, “acuérdate de mi cuando llegues a
tu Reino” ¿Qué le contesto? “Hoy estarás conmigo en el Paraíso” hubo conversión
aquí?, ¿yo creo que hubo más misericordia no crees?
Creo que si juzgamos tan a la ligera nos creemos los
santurrones, los jueces del otro cuando así hacemos nos alejamos del corazón de
Cristo. Muchas veces algunos de los que son feroces con el otro llevan una
doble vida, pero eso sí, son los santurrones.
Quizás es una pastoral nueva de acogida, incluso dentro de
la Iglesia, de sobra se conocen casos de vida marital. Cuando la conversión
viene por la acogida esta lleva a la castidad entendida, desde allí se puede
cambiar de actitud.
Se necesita una educación sexual en la vida religiosa y no
como algo oculto y vivido a ciegas, esto los lleva a la desesperación de la
verdadera conversión. ¿Existe una catequesis a nivel sexual?
Rafael Verger
Estimat amic Rafel, aquest article és molt molt molt complex, he de dir que la visió que planteges té aspectes molt positius. Estic amb tu amb la postura més evangelica d'abordar uns temes tan espinosos com aquests, però m'agrada que un laic s'hagi manifestat amb una paraula d'alè davant aquesta cruïlla eclesial, això demostra una valentia poc comuna a la resta dels que pensen com tu i no gosen pronunciar-se.
ResponderEliminarQuan pugui m'aturés a prendre un cafè amb tu i continuar comentant-ho. Gràcies.
Pep Segui