Quien edifica la Iglesia es Cristo (Cartel blasfemo de las fiestas de san Sebastián 2025 por un grupo no creyente)

La Iglesia está fundamentada sobre Cristo y sus enseñanzas, Cristo es la cabeza, los apóstoles y demás seguidores del maestro somos portavoces de la Buena Nueva.

La Iglesia se fundamenta en la Palabra de Dios revelada, no es palabra de hombre sino palabra del Espíritu Santo. Jesús mismo es la fuente de la atracción, “¡cuando sea levantado el hijo del hombre, los traeré hacía mí”! Jn 12.32

 

Si hablásemos del propósito eterno de Dios, sería importante tener en cuenta que no estamos aprendiendo teología o Biblia, lo que se aprende es al Señor.  A eso se le llama impartición de vida, la Iglesia no es un montón de gente aprendiendo teología, de hecho, cuando Jesús se encontró con los fariseos les dijo; “ustedes conocen la Ley y los profetas, pero están muertos, toda la escritura habla de mi y no me conocen Jn 5. 39

 

Por eso Jesús cuando hablaba no decía anoten, sino decía “coman de mí” eso es casi imposible percibirlo en la mente natural, esto ocurre en un plano eterno, para que Dios nos haga participar de su propósito es eternizarnos, nos traslada en un ámbito eterno, por eso la iglesia no es de este mundo.

 

Pablo dice; no actúen como si vivieran en el mundo, su ciudadanía está en los cielos, en este mundo son extranjeros, viven en “ese valle de lágrimas” también dice “no acumulen tesoros, porque vuestra ciudadanía está en los cielos.  Filipenses 3:20

 

La mente natural, no puede percibir las cosas del espíritu, el hombre natural tiene un montón de proyectos; casarse, familia, trabajo, etc. si estos proyectos no son absorbidos por el único proyecto en que Dios nos creó, vamos a vivir una vida sin propósito divino.

 

Fuimos creados para un fin que es eterno, en el principio, se nos habla de la revelación de la persona de Cristo, (apocalipsis) nos habla de una persona. Y él dice; “Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin de todas las cosas” la Iglesia no es algo que salió después de Él, sino que procede de Él. Y nosotros estamos siendo devueltos a Él, la Iglesia no es gente buena, es Cristo mismo.  La expresión apostólica de “Iglesia” es tardía Pablo expresa 165 veces la expresión en Cristo. Ósea la iglesia es todo lo que está en Cristo. Por lo tanto, el mismo dice que hay un reino de la Luz, y un reino de las tinieblas, ósea fuera de Cristo, a medida que la primitiva iglesia recibía revelaciones desde Cristo, san Pablo empieza a describir figuras como la del cuerpo, la iglesia no es un cuerpo, pero funciona como tal, por lo tanto, es una figura que colabora en nuestro entendimiento. Donde Cristo es la Cabeza y nosotros su cuerpo.

 

Él, mismo emplea; Sarmiento, pastor, oveja, vid, etc.  si él es el principio, nosotros somos incorporados en Él, muchas veces enfatizamos muchos aspectos de esta Iglesia porque la vemos y la juzgamos puramente humana, y lo que somos capaces de ver son vasijas de barro, no podemos penetrar en el contenido pues ese es, “agua viva” que no procede de este mundo, es Cristo.

 

¿Qué es lo que contamina a la Iglesia? Pues todo lo que el hombre añadió eso que no permite de que Cristo sea visto, pero el misterio es; Cristo en nosotros, y nosotros en Él. La belleza de la Iglesia para Dios hace que el Universo sea insignificante, porque ella “es su Hijo” la magnitud de la grandeza y belleza de la Iglesia no hay palabras humanas para describir lo que Dios ve en ella. Porque no es lo que vemos, sino lo que Dios ve.

 

Dios nos recuerda que; somos de Cristo y tenemos la mente del Cristo, por la Gracia fuimos destinados a ser y ver lo que Dios ve. Tener la naturaleza divina y la mente de Cristo, es precisamente la herencia de la Vida Eterna. San Pablo fue rebatado al tercer cielo y por primera vez Dios le revela su propósito para la humanidad, Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros y todos fuimos creados para ese plan de Dios en la eternidad.

 

Dios no hace nada que no este dentro de su propósito, por ejemplo; un montón de ladrillos esparcidos no son una construcción, cada ladrillo expuesto con el propósito hace una construcción, así el arquitecto conoce su obra.  Todo lo que pasa en la Iglesia tiene un propósito, cada persona cumple una misión en la Obra de Dios, el cual está conforme en la persona de su Hijo Jesús. Por lo tanto, en Cristo se nos otorgo una naturaleza que tiene un poder para que pueda vivir la vida de Cristo en mi naturaleza, no porque sea bueno o malo, sino por pura Gracia, para que nadie se gloríe en sí mismo.

 

El hombre natural es por naturaleza caída, su propósito es el pecado, porque somos sustancia, la verdad no son hechos, sino una persona. ¿Somos seguidores de Cristo?, ¡quien puede contestarla!

Los discípulos si eran seguidores. ¿Por qué? Porque estaban con Jesús. Ahora en el siglo XXI, nosotros somos hallados en Él, así somos miembros de su cuerpo, ¡Somos parte de Cristo!

 

Por eso el mundo no nos comprende, porque somos de Cristo, el fue perseguido, ¡nosotros también! Todo en Cristo y para Cristo.

 

Hay en España una inercia a vivir un catolicismo muy en privado.

 

Rafael Verger