“EL CAMINO CON CRISTO A EMAÚS” Iglesia en salida hacia la “nueva Evangelización”
A mi modo de pensar el
tomar la solución de cerrar una parroquia por falta de sacerdotes, no es la
gran solución. Sé que es un reto bastante difícil, pero no imposible. Es comenzar desde un
dialogo más familiar, algo nuevo y sobre todo con las ideas muy claras de
promover un “discipulado” laico más comprometido en la parroquia.
Una comunidad adormecida
La gente está muy
dispersada, desorientada e incluso desanimada. Llevan varios años ya sin apenas
tener una iniciativa como parroquia como por ejemplo: El Rosario comunitario,
adoración, etc. Y más bien es una comunidad que esta adormecida, sin ilusión, ni
ganas de hacer nada. Todo recae en la figura del párroco, en su presencia y en
tenerlo cada día junto a ellos.
Esta percepción me indica
que es una comunidad “inmadura” su proceso de fe es: No saber caminar solos.
Que caminar solos no significa que el párroco “no este” porque él si está, lo que pasa es que éste lleva dos parroquias
y no es un ángel, ni un santo que haga milagros de estar en dos sitios
(bilocación) al mismo tiempo, SOLO EN DIOS ES POSIBLE. Además cuando no está en
un sitio estará en otro y encima está agobiado de; confesiones en ambas
parroquias, misas, funerales, bautismos, todo en la vida sacramental, más le
añadimos hablar con unos o con otros, dirección espiritual, etc. Sin pensar que
es un ser humano, que vive la soledad de su entrega, él tiene que estar
disponible para todos y todos egoístamente no le dejamos ser lo que es “un
hombre, entregado a Dios sí, pero que en realidad es de carne y hueso como
todos.
Él necesita su descanso, su tiempo para
vivirlo como a él le plazca, (como todos) estar con su familia, el “párroco no
es ni debe ser el hombre orquesta” hay que empezar a valorar su sacerdocio, a
descargarle de cosas y responsabilidades que recaen en los laicos.
El párroco es
enviado a; Servir a la Comunidad, pero NO a morir en la comunidad. Y con eso me refiero a que no se debe de consentir
JAMÁS que por mucha actividad parroquial,
su vida de oración, y servicio sacramental se vea más decaída pues de su
estado de salud dependerá la vitalidad de la comunidad parroquial.
Para esto “Es necesario
que el laicado se tome en serio sus responsabilidades” Estamos acostumbrados
que si falta un florecen te, tenemos que buscar al electricista y pagando la
parroquia, cuando cosas así sin importancia lo deberíamos hacer nosotros los
fieles laicos, No es competencia del párroco,
muchas tareas como esta son competencia,
de la comunidad parroquial.
Toda la administración
deberían de llevarla los laicos. Espacios como:
-
La economía
-
Mantenimiento
-
Administración
-
Delegaciones
-
Etc.
La dignidad sacerdotal es
actuar como “otro cristo” su trabajo es pastorear el rebaño a él confiado, por
manos del Obispo. En toda familia hay un
orden, sino sería una anarquía cada cual a su bola, y nada funciona así. Por
mucho que se empeñe el cabeza de familia.
¿Cómo encarnar los
carismas desde nuestra opción de vida laical? Las cosas importantes se cuecen a
fuego lento y quizás debamos ser conscientes de ello, sin que esto suponga
dejar de dar pasos junto a todos aquellos que se sientan llamados a configurase
como comunidad en camino, tras los pasos
del Evangelio de Jesús.
No podemos decir el cómo,
la forma o el modo, la estructura o el funcionamiento, pero sí que se puede
ir despuntando el cuándo. No podemos
seguir postergando una dinámica que reúna a aquellos que se sienten vinculados
por el carisma que el Señor le ha dado,
es hora de ir dando pasos, de volver a la fuente, esa que habla de
pequeñas comunidades que alentadas por el misterio pascual, se reunían para compartir
Palabra y Vida.
Confiarse a la novedad de
Dios, saltar sin seguridad alguna, más
que el eco de una promesa que atraviesa la eternidad, “Yo estaré con vosotros
todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28 ,20). Quizás nos toque a
nosotros, laicos vinculados a la parroquia, confiarnos también a ello, volver a
las fuentes y redescubrir el primer amor que hasta aquí nos ha traído.
Dice el Libro del
Apocalipsis, “he aquí, yo hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,5) y con ese espíritu sabiéndonos en misión compartida,
alentados por el Espíritu y con ganas de materializar esa novedad que nos habla
de Dios, de Vida en abundancia. Nos toca aterrizar, concretar e ir dando pasos.
De momento comunidad parroquial, en
camino.
Jesús está presente en
quienes creen y se reúnen en su nombre ( Mt 18, 20) EN OTRO PASAJE DICE; “He
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.”
Jesús nos está hablando de
una “cena íntima” casi sacramental. En otro pasaje dice; Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos
a él, y haremos con él nuestra morada. Juan 14.23
Muchas veces viene el
Señor de muchas maneras, incluso cuando dormimos, Yo dormía, pero mi corazón
velaba, ¡Una voz! ¡Mi amado toca a la puerta! ``Ábreme, hermana mía, amada mía,
paloma mía, perfecta mía, pues mi cabeza está empapada de rocío, mis cabellos
empapados de la humedad de la noche.… Cantar de los cantares 5.2-4.
El que tiene
mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado
por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él. Juan 14.21-23
Por eso es tan importante
la CATEQUESIS
En la catequesis, el
cristo-centrismo significa también que, a través de ella se transmite no la
propia doctrina o la de otro maestro, sino la enseñanza de Jesucristo, la
Verdad que Él comunica o, más exactamente, la Verdad que Él es. Así pues hay que decir que en la catequesis lo
que se enseña es a Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios y todo lo demás en
referencia a Él; el único que enseña es Cristo, y cualquier otro lo hace en la
medida en que es portavoz suyo, permitiendo que Cristo enseñe por su boca.
La constante preocupación de todo catequista,
cualquiera que sea su responsabilidad en la Iglesia, debe ser la de comunicar,
a través de su enseñanza y su comportamiento, la doctrina y la vida de Jesús.
No tratará de fijar en sí mismo, en sus
opiniones y actitudes personales, la atención y la adhesión de aquel a quien
catequiza; no tratará de inculcar sus opiniones y opciones personales como si
éstas expresaran la doctrina y las lecciones de vida de Cristo.
Todo catequista debería
poder aplicarse a sí mismo la misteriosa frase de Jesús: «Mi doctrina no es mía, sino del
que me ha enviado». Es lo que hace san Pablo al tratar una cuestión de
primordial importancia: «Yo he recibido del Señor lo que os he transmitido».
¡Qué contacto asiduo con la Palabra de Dios transmitida por el Magisterio de la
Iglesia, qué familiaridad profunda con Cristo y con el Padre, qué espíritu de
oración, qué despego de sí mismo ha de tener el catequista para poder decir:
«Mi doctrina no es mía»! Los Evangelios que, antes de ser escritos, fueron la
expresión de una enseñanza oral transmitida a las comunidades cristianas,
tienen más o menos una estructura catequética. ¿No ha sido llamado el relato de
San Mateo evangelio del catequista y el de San Marcos, evangelio del
catecúmeno?
Catequesis de Adultos
Entre
estos adultos que tienen necesidad de la catequesis, nuestra preocupación
pastoral y misionera se dirige a los que, nacidos y educados en regiones
todavía no cristianizadas, no han podido profundizar la doctrina cristiana que
un día las circunstancias de la vida les hicieron encontrar; a los que en su
infancia recibieron una catequesis proporcionada a esa edad, pero que luego se
alejaron de toda práctica religiosa y se encuentran en la edad madura con
conocimientos religiosos más bien infantiles; a los que se resienten de una
catequesis sin duda precoz, pero mal orientada o mal asimilada; a los que, aun
habiendo nacido en países cristianos, incluso dentro de un cuadro
sociológicamente cristiano, nunca fueron educados en su fe y, en cuanto
adultos, son verdaderos catecúmenos.
(La
Exhortación apostólica «Evangelii nuntiandi» del 8 de diciembre de 1975,)
Por eso el título que doy
a mi reflexión; es EL CAMINO CON CRISTO A EMAUS
Emaús es un pueblo
apartado de Jerusalén, (Ósea como cualquier pueblo de nuestra tierra. Con su
vida y costumbres, sencillo, familiar, gente sencilla y pobre. Que las
circunstancias de la vida motivadas por
el paro, crisis familiares, etc.etc.
Han llevado a sus habitantes a la más
exclusiva indiferencia en el tema religioso. Solo hay una pequeña porción que
siguen fieles al Señor. Pues a esos me refiero, precisamente a esos!! A la
pequeña `porción, elaborar un plan de evangelización nuevo, más atrayente
innovador. Único en la historia de la parroquia.
Crear momentos de
Adoración comunitaria, aunque solo sea Exposición Menor, invitar a los fieles a
la oración, formar grupos de oración, lectio divina, etc. Salir a la plaza a
invitar a la gente, por las casas, etc.
Porque me duele que una
parroquia se cierre es por lo que lo
digo, cuando una parroquia se cierra es a mi modo de ver; Porque no se ha
construido la COMUNIDAD y cuando no hay sacerdote la gente (Como niños,
patalean, critican, y chillan) pues no han madurado en la fe.
No caigamos en una
parroquia “Dispensadora de servicios religiosos” como de un establecimiento
público se tratara.
Bueno, esto es mi opinión.
Antes de que se cierren nos ponemos en marcha? Pues me duele mucho que una parroquia
se cierre, (es como si hubiéramos fracasado y no confiado en el Señor, eso pasa
cuando personas inmaduras solo siguen al hombre, y no al Señor.
Otro día más….
Un texto que implica una visión global de la fe cristiana y su evangelización, y que sería positivo charlar entre todos y todas.
ResponderEliminarYo, desde la mayor sencillez, me permito añadir que también es fundamental para la creación de una comunidad creyente, la contemplación permanente del mundo exterior, donde Dios también se manifiesta históricamente. El Dios de María y su Adoración, el Rosario y otros tipos de oración litánica mariana, cobran sentido en la medida en que los esparcimos sobre el mundo. Esa es la mirada de María y de nuestro Dios : preocupación por la realidad concreta donde nos jugamos la evangelización deseada por el Señor ... y por el papa Francisco. Es un decir, pero lo percibo así.
Totalmente de acuerdo Norberto. creo que te conozco eres Norberto Alcover, superior de los Jesuitas de Palma? Yo tambien opino lo mismo esta reflexión nos la podríamos hacer todos los que formamos la Iglesia. Voces como los de la Fraternidad de Emaús, dando pasos pequeños son muchos que os seguimos os bendecimos y rogamos que vuestro carisma sea esa voz que clama en el desierto por el bien de la Iglesia.
ResponderEliminarUn párroco rural
L'he hagut de llegir dues vegades, une reflexió més interessant, opino el mateix que els meus dos anteriors. A més de ser un pas endavant cal mirar-lo amb lupa, perquè l'Esperit Sant a través dels laics pot donar més llum a la nostra pobra Església, amb això em refereixo a tots els clergues, religiosos / es. Tots els que d'alguna manera tenen responsabilitat en l'Església.
ResponderEliminarEl més important d'aquesta reflexió és: la coresponsabilitat laïcal.
És difícil trobar laics preparats per al govern de la parròquia? I si n'hi ha qui és el valent de rector que delega o per desgràcia aquest home orquestra que dius té molt a aprendre.
Jo tampoc estic d'acord que es tanquin les esglésies, s'haurien de posar sobre la taula "aquestes veus" com la vostra sobre la taula i analitzar-una mica més.
un Catequista
Carlos
(Manacor)
Jo em pregunto on va anar a parar al congrés de evangelització que es va celebrar a Palma fa ja diversos anys? ja es parlava de la importància de la comunitat, del laïcat responsable, etc etc. de ser laic també és una vocació, però crec que si no ets de cap moviment laical, la teva veu queda anul·lada. Encara hi ha molt a parlar,
ResponderEliminarUn laic-practicant
En resposta ala escrit de Carles, ja veig que tu estàs a favor que es tanquin les parròquies, per la falta de sacerdots, es veu que a tu no t'afecta doncs deus tenir la sort que en la teva parròquia vosaltres ho tingueu, però els altres llocs estem desemparats.
ResponderEliminarEstic d'acord en la reflexió que ens fa la (fraternitat) perque no se sap qui ho a escrit, però esta molt bé.
Però i quan el capellà que regenta la parròquia es limita a fer el més comú que és; catequesi, casaments, funerals, batejos, i una mica més. I si quan vas a demanar-li un consell, etc. Gairebé mai esta disponible. Que fas? perdona però seria així com "salvés qui pugui" crec que aquest plantejament ja s'hauria d'inculcar en el seminari i així els nous capellans tendrien una visió més de fer comunitat
Maria LLuisa
Part Forana
Que alegria P, Norberto Alcover verlo por aqui, usted está en todos los fregados jajaja este articulo es de lo más interesante ojala llegue a más gente y sobre todo a gente de Iglesia. Yo no pertenezco a Emaús, pero me lo estoy replanteando, lástima que en mi parroquia no aya una fraternidad como la que hay en la Vileta. Además he sabido que tienen un párroco fenomenal,P. Julio muy renombrado entre los jóvenes.
ResponderEliminarGracias Fraternidad de Emaús y Norberto Alcover un saludo
Carmen Flores
Palma
Y que lo digas Carmen, el P. Julio desde que está en la parroquia de la Vileta ha sido un terremoto, hay más gente en todas las misas, campamentos, clases de guitarra, grupos de oración, vamos que la parroquia esta cambiando. Además de su simpatía engancha a todos.
ResponderEliminarAntonio
Son Roca