“LOS POBRES NOS EVANGELIZAN” TESTIMONIO DEL P. Lorenzo Rutinduka, MSSCC

 

TESTIMONIO

VOCACIÓN Y TRAGEDIA.

“LOS POBRES NOS EVANGELIZAN”: LA FUERZA DEL ESPÍRITU SANTO.

P. Lorenzo Rutinduka, MSSCC


Un gran testimonio de como el Espíritu Santo movió   las adversidades en bien de nuestro hermano P. Lorenzo Rutinduka de nacionalidad ruandesa. Rwanda es un país pequeño en centro de África. Cerca de Congo, Tanzania, Uganda y Burundi. Ruanda ha sido consagrado al Cristo Rey el 27 de octubre 1946. Es un país de las pariciones de Kibeho en 1981-1982.  Ruanda es un país que ha conocido guerras y el genocidio de Tutsi de 1994,  una tragedia infrahumana del siglo XX.  Ruanda es uno de los países más católicos de África.

Nací el día 8 de junio 1967, en Kiziguro.   Mi familia era una familia cristiana. Mi mama era una responsable de cristianos y mi papa un catequista.  Éramos 12 en la familia y ahora quedamos a 3. En el año 1989, entré en la congregación de los Padres Misioneros de los Sagrados Corazones (msscc).


Perder su familia es un martirio cotidiano   

Mi papa Joseph y mama Anastasia y todos mis hermanos han sido matados en la parroquia de Kiziguro el día 11 de abril 1994 durante el genocidio de Tutsi de Ruanda. Me faltaban 2 años para ser sacerdote. Era seminarista. Este día 11 de abril 1994, fue un día de una tragedia infrahumana. Mataron más de 3.000 personas en mi parroquia natal de Kiziguro. Yo estaba en el Sud de Ruanda, en Butare.

 Me lo comunicaron en seguida. Mi corazón quedo paralizado. En Butare, empezaron a matar familia por familia. Fue a esconderme en una casa de monjas. Llegaron las milicias y salí corriendo hacia Burundi. Las matanzas no eran allí generalizadas. Cuando estaba escondido en la casa de las monjas, sabiendo que mataron mi familia en Nord Este y esperando la muerte por que las milicias y militares no dejaban a nadie, empecé a rezar.  Sentí en el fondo de mi corazón una voz que dijo “Animo, hijo mío. No tengas miedo. Te salvo ahora. Me prometes que serás mi discípulo? He dicho que sí.”

 


Salí de las monjas corriendo sin saber en dónde voy. Encontré el Padre Mariano Iturria Jiménez que me dijo de salir Burundi. Nos ayudó de cruzar. Fue también un hermano de las escuelas cristianas Frere Otmar (Frères des Ecoles Chrétiennes) que me ayudó por que Mariano se movía para ayudar más gente. Os aseguro que perder su familia es un martirio cotidiano.

El odio tiene raíz en la historia pre colonial y colonial

Antes de la descolonización de Africa, en 1960, los Tutsi tenían el poder dinástico desde muchos siglos atrás. El año 1959, los Hutus tomaron el poder. El obispo católico de Kabgayi André Perraudin, suizo, fue determinante en el proceso de emancipación etnista. En su carta pastoral del 11 de febrero de 1959, lo manifestó claramente: La ley de la justicia y de la caridad pide que las instituciones de un país aseguren realmente a todos sus habitantes los mismos derechos fundamentales y las mismas posibilidades de promoción humana y de participación en los asuntos públicos. Las instituciones que consagren un régimen de privilegios, favoritismo, proteccionismo, bien sea para los individuos o para los grupos sociales, no son conformes a la moral cristiana. La raíz del problema está en la historia de los siglos atrás.

En 1993, los discursos de odio fueron una gran arma de propaganda contra los Tutsis: uno de estos colaboradores fue la Radio Télévision Libre des Mille Collines (Radio Televisión Libre de las Mil Colinas, RTLM). Esta estación radical extremista fundada en 1993​, empezó como una estación normal poniendo música pop y rock, pero luego se volvió un arma para suscitar el odio contra los Tutsis. Ruanda es uno de los países más poblados del mundo según su territorio. Tiene 12.000.000 doce millones de habitantes. Tu tamaño es como una Provincia de España.  

La shoah ou masacres generales de Rwanda.

El 6 de abril de 1994, la muerte del presidente de Ruanda, Juvénal Habyarimana, da comienzo a semanas de intensas masacres en las iglesias, hospitales, escuelas y plazas públicas. Se estima que 1 millón de personas fueron asesinadas en lo que se conoce como el genocidio de Ruanda de 1994, y alrededor de 200.000 mujeres fueron violadas.

El papel de la O.N.U en el conflicto.

La guerra de octubre 1990 de F.P.R. (Frente Patriótico Ruandés) ha puesto el país en un conflicto internacional. La ausencia de una reconciliación entre los distintos partidos de Ruanda de 1993 y la falta de respuesta de la comunidad internacional hicieron que la tragedia se volviera aún más compleja. La capacidad de la O.N.U de reducir el sufrimiento humano en Ruanda se vio severamente constreñida por la negativa de los Estados Miembros a responder con tropas adicionales.

El Consejo de Seguridad autorizó a las fuerzas francesas a enviar una misión humanitaria, llamada la Operación Turquesa, que salvaría a cientos de civiles en el suroeste de Ruanda. Sabiendo que Francia ha sido siempre al lado de Habyarimana Juvénal. Los franceses en sus operaciones militares (Noroît, Amallyris, Turquoise) han sido contra los Tutsi del país.  En otras áreas, los asesinatos siguieron hasta el 4 de julio de 1994 cuando el F.P.R tomó el control militar de todo el país y dio fin el genocidio.  ​ Los asesinatos masivos se iniciaron tras el atentado del 6 de abril de 1994 contra este presidente ruandés Juvénal Habyarimana y el presidente burundés Cyprien Ntaryamira que murieron tras ser derribado el avión en el que viajaban por dos misiles lanzados desde tierra


¿Qué dicen las estadísticas?

Probablemente, nunca se sabrá cuántos muertos provocó. Se calculan entre 800 000 y 1 000 000. ​Si fueron 800 000 equivaldrían al 11 por ciento del total de la población y 80 % de los Tutsis que vivían en el país. Ruanda es un país mayoritariamente cristiano, y según el censo de 1991 un 62,6 % de la población se declaraba católica, 18,8 % protestante, 8,4 % adventistas del Séptimo Día, 1,2 % musulmán y un 1 % de religiones «tradicionales»  Cuando las masacres comenzaron en 1994, muchos Tutsi y disidentes hutus buscaron refugio en las iglesias.​ Sin embargo, esto facilitó la labor de los asesinos interaharnwe (patrullas de la muerte del Gobierno y el Ejército) que sabía dónde encontrarlos.

Como veréis lo que ocurrió en Ruanda fue “terrible”  no se puede explicar con palabras hay que vivirlo. En 1996, después de mi ordenación sacerdotal me destinaron  como vicario en Kiziguro en donde mataron mi familia con otras familias. Las milicias asesinas llamadas interahamwe echaron los cadáveres en una fosa común. Era una fosa profunda de 30 metros. Allí en 2008, hemos puesto un sito memorial.

LA VOZ DEL ESPIRITU SANTO: EL PERDÓN PROFUNDO Y UNA VERDADERA RECONCILIACIÓN.

            Siendo vicario en la parroquia de Kiziguro, empecé a escuchar la voz del Espíritu Santo que me recordaba lo que he prometido durante el genocidio en abril de 1994. Ser discípulo del Espíritu Santo para hacer una verdadera reconciliación. Reconciliarme con mi historia personal y reconciliarme con los asesinos que mataron nuestros cristianos en la parroquia. Un día, Jean de Dieu se presentó para pedir perdón. 

Era uno de las milicias que mataban la gente en Kiziguro el día 11 de abril 1994.  Después vinieron otros grupos antiguos milicias para pedir perdón. He hecho un proceso espiritual para escuchar este hombre y sus compañeros asesinos que querían pedir perdón. Han sido en la cárcel. Pidieron perdón en la Iglesia. Sinceramente, no podía aguantar el dolor por que decían como han matado mi familia: mi mama, mis hermanos….con machetes, fusiles, …


 

He rezado mucho para coger la fuerza de Dios porque mis fuerzas personales no aguantaban. Dios me mandó una fuerza especial para transformar mi corazón. Sentí una fuerza que me vino del Cielo. La mitad de mi vida era paralizada. He recuperado las fuerzas poca a poco para seguir el discurso de Jean de Dieu Kadunguri que pedía perdón.  Dios me ha dado una fuerza extraordinaria per perdonar y salir vivo.  

La fuerza del Resucitado. Escuchar a los pobres.

He vivido un momento lindo con Jesús resucitado. Yo quería ayudar a mi pueblo de resucitar también. Es un pueblo martirizado. He creado grupos de reconciliación. He adoptado una metodología.: Primero la oración, y después el discurso de reconciliación. El Espíritu Santo me dijo de cambiar actitudes. Escuchar a todos que estaban sufriendo las consecuencias de la guerra y del genocidio: los huérfanos, la gente sin techo, gente con hambre, los que están en la cárcel y sus familias.  Eran verdaderos pobres. He caminado con ellos.

 Habían muchas madres inocentes que me pedían perdón en nombre de sus hijos que eran milicianos, asesinos. Estas madres pobres me evangelizaron. Cuantas veces he llorado con ellas por culpa de sus hijos. La oración y la eucaristía nos ayudaban mucho. Adoración y visitas a los enfermos nos ayudaron.  Sabiendo que Ruanda es un país consagrado a Cristo Rey (desde el 27/10/1946). Un país que la Virgen María ha visitado en las apariciones de 1981 y de 1982 Y ha dejado mensajees de conversión. Dios me ha dado su fuerza para cavar en la historia y en la Biblia los temas que me podían ayudarme en la reconciliación de mi pueblo pobre y mártir.  

Con los padres de Kiziguro, hemos creado cooperativas agrícolas, grupos de  baile tradicional. Hemos construido escuelas y concientizado la gente para arrancar la pobreza. La “Procura de Misiones, Fundación Concordia Solidaria y Mallorca Misionera…nos ayudaron en estos proyectos que hacen vivir los pobres.   

Un compromiso con los pobres

En abril 1994, Dios me ha salvado mandando el P. Mariano Ituria y el Hermano Otmar para ayudarnos durante la tragedia. Mis amigos seminaristas diocesanos no se salvaron. Murieron. R.I.P. Descansen en Paz. Me comprometí de ser discípulo del Espíritu Santo. Un embajador de la Paz y de la Reconciliación en el mundo según los Corazones de Jesús y de María. Entonces, hoy día, cada año hago lo posible para ayudar la gente de continuar el mismo camino de Reconciliación y de Paz para salir de su condición miserable.

 Busco como se puede llegar a vivir una vida digna. Concientizar la gente para compartir con los pobres. Es la misión que El Espíritu Santo me ha dado desde 1994. Cada año tengo al menos 10 niños pobres que debo cuidar: buscar su alimentación, su medicación, pagar su mutuelle de santé (seguro social) y sus estudios. “He quedado para hacer algo”. Es mi slogán.   


Después de un caluroso aplauso, toda la comunidad emocionada por el testimonio de vida y conversión de este humilde sacerdote le agradecemos su visita, como de su oración mutua.

Paz y Bien

Rafael Verger


Comentarios

  1. Un buen testimonio, veo que la fraternidad está cogiendo un buen rumbo

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  2. Un testimonio sobrecogedor. Pero sobre todo,un testimonio del poder de la gracia ... cuando se la busca fatigosamente.Lo de Ruanda, tiene características parecidas a la shoá, pero casi está olvidado.
    Benditos quienes promueven la paz y la justicias porque son hijos de Dios. Gracias, Rafael, por trasmitir el testimonio ejemplar de un, para mí, "santo".

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