TESTIMONIO LAICAL DE FRANCISCO DE ASÍS MESTRE CÁRCELES.
Francisco de Asís Mestre Cárceles (Palma, 1991). Desarrollando servicio parroquial en las Parroquias de Santa Brígida (Cala Major) y de Sant Agustí en Palma
Testimonio de nuestro hermano de Fraternidad.
1.- ¿Cómo ha sido tu proceso de conversión?
Digamos que durante mis 30 años no he sufrido
ningún tipo de conversión convulsa: mi proceso de fe se ha ido prolongando
desde la familia, el colegio y la parroquia progresivamente. Luego, el estudio
de las Ciencias Religiosas me ha ayudado a poner nombre propio a los signos de
los tiempos y a comprender el cómo y el porqué de tos aspectos de la vida hasta
llegar a ahora. Por otra parte, hay que comentar que una peculiar invitación de
la Iglesia me ha mantenido firme junto a ella bajo el servicio de diferentes comunidades
cristianas en ocupaciones varias.
2.- ¿Qué aconsejarías a los más jóvenes y adultos
este paso del Señor por tú vida?
Sobre todo, una palabra: "¡Confía!".
Depositar nuestra confianza en Dios, según la Sagrada Escritura, es abandonarse
en sus manos, pues por nada no nos dejará caer (Is. 40-50). Pues Él nos ha
creado desde el Amor, nos liberó en la Cruz de redención, nos va acompañando a
lo largo de nuestra vida terrenal y nos perdona; como el alfarero repone el barro de la vasija agrietada, así el Señor
nos reconstruye (Jr. 18). Y para culmen de su vida terrena, nos dio la
Iglesia como instrumento de Salvación, pues en ella ha querido que residiera
toda verdad. ¡Así como Dios actuó en la historia, está actuando en mi y en
vosotros!
3.- ¿Cómo conociste la Fraternidad de Jesús?
Conocí la existencia de la Fraternidad de Jesús
(antes llamada "de Emaús") por Facebook. Al ser miembro activo de la
Iglesia, me hace estar presente y enterado de todo lo que en ello concierne. Un
perfil de Facebook de un grupo de creyentes inseridos en una parroquia de la diócesis
hace estar enterado a un@ de lo que ocurre en ese núcleo: actividades,
programaciones, reuniones, acontecimientos, etc.
La invitación personal del responsable de dicho
grupo a participar de alguna actividad y mi imposibilidad de compaginar fue
frecuente durante un tiempo. No fue hasta que un sacerdote conocido fue enviado
de párroco a esa parroquia; a raíz de mis visitas a la parroquia y mi ayuda
prestada desinteresadamente, sin querer fui insertándome en esa comunidad y a
participar activamente de este grupo en las diferentes actividades programadas
durante el mes: adoración eucarística, formación laical, lectio divina, etc. Incluso, con el paso del tiempo, se me fue
confiando algunas actuaciones y tareas dentro del grupo como servidor.
4.- ¿Qué aconsejarías a las personas que buscan y
no encuentran?
Buscad y encontraréis (Mt. 7, 7-11). Que sigan buscando y no dejen de
buscar. Una búsqueda desinteresada, esperando pasivamente a que todo caiga como
agua de mayo no es la actitud más acertada. Hoy en día hay demasiadas fuentes
de información y consulta; ¡solo hay que saber escoger bien! y si no, ayudarse
siempre de alguien que domine la materia. ¡No desistir nunca de buscar! ¡Buscad
al Señor, pues se dejará encontrar!
5.- ¿Qué es para ti el encuentro con los hermanos
de Fraternidad?
Encontrarme con los hermanos de la Fraternidad y
sobre todo con los nuevos allegados es para mí motivo de seguir adelante en la
fe. Formar parte de un grupo que es integrado por gente con tus mismas
inquietudes, preocupaciones y sobre todo ilusiones por compartir la fe, el
sentimiento y el deseo de una Iglesia evangelizadora es para mí experiencia
enriquecedora, pues me anima a dar testimonio de Cristo resucitado en medio de
nuestra sociedad.
6.- ¿El proyecto evangelizador de la fraternidad
como lo ves tú?
Lo resumiría de esta manera: Cristianización vs
Evangelización. A Grosso modo trata de
esto, evangelizar, discipular (hacer discípulos). Frente a la monótona
cristianización de la sociedad (administración de sacramentos de iniciación cristiana
sin una Metanoia posterior), se
convierte en exigente la necesidad de dar testimonio verdadero frente a los
cristianos alejados y anunciarles el mismo contenido del Primer Anuncio:
¡Cristo murió y resucitó por ti!
Des de la Fraternidad se ha ido y se va creando
esta pequeña comunidad de comunidades, pues diferentes miembros de sus
respectivas comunidades cristianas se dan cita entre nosotros para nutrirse de este
mensaje y extenderlo en sus ámbitos. La Fraternidad quiere ser un instrumento
de Evangelización 2.0: una herramienta al servicio de las parroquias para
crear, formar agentes, hacer discípulos, alimentarse de la Palabra y de la
Eucaristía, salir a evangelizar, dar testimonio verdadero de Cristo en la
sociedad, etc.
Mediante la formación de células (pequeños grupos
fijos de 7/8 personas) y su periódica reunión semanal o quincenal para realizar
una lectio divina y compartir
experiencias se hace más fuerte la relación y la implicación con el grupo
grande, pues cada miembro está invitado siempre a traer a otro nuevo, a medida
que las células vayan creciendo y subdividiéndose en otras. Estas células se
van nutriendo en los encuentros semanales de Fraternidad donde se van
realizando las actividades más arriba descritas (pregunta 3), de esta manera,
los miembros nutren su espiritualidad y su formación intelectual para dar razón
de su fe.
Muchas gracias Kiko por tú testimonio.
Fraternidad de Jesús
Hola Kiko, estic molt content que per fi estàs compartint amb una comunitat laïcal, és un signe de maduresa, et feia falta sortir una mica de la sagristia i començar a caminar el camí de les benaurances
ResponderEliminarA. B.
Crecí en una familia cristiana pero nunca tuve una relación personal con Dios, de manera que siempre me sentí muy limitada en mi libertad. En la adolescencia, me aparté de Dios y empecé negar su existencia. Creí que podía hacer lo que quisiera, que eso era mi libertad. Pero en realidad la perdí por completo.
ResponderEliminarMi vida se convirtió en miseria. Me metí en problemas muy graves. Drogadicta durante muchos años y alcohólica desde los 14. Mi vida no tenía sentido. Elegía "libremente" pero no hacía más que hundirme. Me hice adicta de todo aquello que probaba. La iglesia no me decía nada, las misas aburridas, vamos que no creo en la Iglesia ni en los curas, predican lo que no hacen. Tenía amigos cristianos, pero yo les decía os han comido el cerebro, sois borregos del absurdo, no tiene sentido nada. Vamos estaba hundida y luchaba en contra de Dios.
Durante todo ese tiempo, mi hermana rezaba por mí y, un día, Dios empezó a hablarme. Un día me invitaron a un retiro y allí Dios vino a visitarme. La alegría, la paz y la felicidad adquirieron un nuevo significado. Ahora sé que el mero hecho de formar parte del plan de Dios nos libera. Cristo. me devolvió a la vida.
Admiro querido amigo la valentía en compartir tu fe y tu deseo de seguir a Cristo, ahora yo soy otra persona desde que entregue mi vida al Señor. Tengo una comunidad y vivo la fe, la esperanza y el amor en familia. Soy hija de Dios en y por, la Iglesia Católica, a la cual perseguí durante años. Gracias por tú testimonio bendiciones.
Sonia Valverde
Puerto Rico
M'ha agradat la teva entrevista però el testimoni d'aquesta porto-riquenya m'ha fet pensar, dos testimonis molt diferents l'un de l'altre. El teu un jove d'església i una noia del món desaraigada, però que tots dos sentiu la mateixa crida, això em dóna coratge i força per seguir endavant, la joventut respon a la crida del Mestre, gràcies per compartir
ResponderEliminarSi no poso el meu nom és perquè a Mallorca ens coneixem tots, i són els mateixos capellans els primers a parlar sense toc ni som.
Un capellà de poble